viernes, 7 de septiembre de 2012

Elegir un kayak

¿Qué me compro?

Muchas veces la motivación viene de la mano de esas charlas de café que son las redes sociales y uno termina comprando un bote que quizás no sea el más adecuado a sus necesidades personales entonces, ante tantas posibilidades, ¿qué deberíamos considerar antes de encarar la compra de un bote? Lo ideal es subirse a muchos botes hasta encontrar el que corresponde (y ver cual realmente me gusta), con el que se sientan cómodos y puedan aprender, que ese es el fin de todo principio. Y siempre considerando que un bote que puede calzarle a una persona puede no servirle a otra.



Espacio

Lo más importante a resolver a priori es donde lo voy a guardar. Si no es en casa, hay innumerable oferta de guarderías y clubes de kayak donde dejar nuestro bote.

Primero: Resolver donde lo guardo

Nivel de experiencia
Un “error” bastante común es comprar el bote antes de empezar a remar y aprender en ese. Claro que es una opción válida pero el camino a recorrer es en general bastante más largo… Dentro del espíritu  de ESKAPA lo que recomendamos en aprender con un instructor calificado y luego, con cierta experiencia personal, adquirir un bote propio.
Para un kayakista que se está iniciando en la actividad, lo más aconsejable es un bote “noble” en el que pueda desarrollar las distintas técnicas sin sufrir las mañas de un bote más delicado. Para esto lo mejor sería un bote estable y maniobrable, preferentemente sin timón para que uno esté obligado a conducir el bote. Hay un universo entre remar un bote dirigiéndolo con el cuerpo, la pala y los gestos que con el timón.

En esta instancia inicial el qué, cómo y el cuándo están supeditados al aprendizaje de las técnicas fundamentales y de seguridad. Una vez resuelto esto, un iniciado podría ir un paso más allá y cambiar su bote “escuela” por uno de características más técnicas (o agraciadas) y que devienen en las otras preguntas…

Un yamana, con sus mañas y un SDK 450, ideal para iniciarse.

¿Para que lo voy a usar?
Una vez resuelto donde dejar el bote, para un kayakista con experiencia ésta es la cuestión más importante…Qué finalidad le voy a dar al kayak? ¿Con que frecuencia? ¿es mi único bote o es uno más? … Preguntémonos sinceramente para que vamos a usar el bote y en función de nuestras necesidades, no las que dicta el mercado, elijamos el modelo.

No existe el bote multipropósito. Y en este punto ya con más experiencia uno puede investigar características náuticas de cada bote. Cada casco fue diseñado con un fin en particular y será mejor o peor para unas cosas y para otras: expediciones, salidas cortas, aguas planas, playboating, surf, ríos con rápidos. Capacidad de carga, largo, ancho, rocker, cubierta alta o baja, Skeg o timón son características que están íntimamente ligadas al uso. El espectro es muy amplio y las posibilidades son muchas! En este punto, nuevamente lo esencial es investigar y subirse a distintos botes evaluando como calza cada uno en mi forma de remar, en mi cuerpo, la pala que uso y como me imagino sentado en ese bote durante horas en condiciones inclementes.



Plástico, ideal para bajada de ríos.

  ¿Dónde lo voy a usar?

Esto también incide a la hora de elegir nuestro bote. Hay botes que navegan mejor en las olas, otros en aguas planas y otros en zonas de corriente. Hay playas de arena o fondos rocosos? Estas características están ligadas al diseño y los materiales de construcción del bote. Un bote de plástico es recomendable en sitios muy rocosos donde los de fibra se rompen más fácilmente pero los kayaks de fibra tienen un comportamiento infinitamente mejor en la navegación y pueden repararse fácilmente si se rompen. Los de plástico son casi irrompibles, pero es difícil repararlos, son más pesados, y con el tiempo, las micro ralladuras en el plástico y la deformación afectan la navegabilidad.


Dinero disponible

Amén de las terminaciones, los botes de primera línea que se fabrican en Argentina tienen una muy buena relación de precio calidad comparada con otros fabricados en el extranjero y en el mercado del usado también hay muy buenas opciones de botes de alta gama a precios de botes de segunda línea. Nuevamente, un uso que justifique la inversión debería ser tenido en cuenta, no sea que el bote se nos desarme en medio de una expedición por no haber invertido suficiente.
Lamentablemente, la producción nacional está más limitada a botes de más de 5 metros y rocker bajo y quienes quieran invertir en kayaks técnicos tendrán que hacer una inversión mayor en botes importados.


      
  Una vez resueltas, estas cuestiones: espacio, para que y donde lo voy a usar, cuanto quiero gastar y cual me gusta y de haber probado y descartado es que podemos decidirnos por un bote y siempre teniendo en cuenta que la flecha no hace al indio ni el kayak al kayakista… este sólo se hace remando…

Saludos y buena remada!!

Santiago




miércoles, 5 de septiembre de 2012

El Kayakismo (de travesía)


El kayakismo (de travesía)

Un poco de historia

El kayakismo de travesía actual deriva lejanamente de los pueblos cazadores del Oeste de Groenlandia (qajaqs) y de las Aleutianas (baidarkas). Particularmente de estos grupos porque sus botes y sus técnicas, adaptadas a aguas libres de hielo durante todo el año, estaban más desarrolladas que las de los cazadores del ártico y de las islas baffin, comunidades que debían vivir casi siempre rodeados de hielo, dando como resultado el gran avance de estos en el uso de los trineos y en menor medida, de sus botes de caza.
Desde ya que hoy estamos muy lejos de esta atávica actividad pero como buenos depredadores, hemos transformado la caza, en juego y fue el escocés John Mac Gregor quien inició esta transformación en 1865, con el Rob Roy, una embarcación con la que navegó miles de millas de los ríos de Europa (Robert MacGregor , también conocido como Rob Roy, era antepasado de John). Luego del éxito de su viaje por Inglaterra, Bélgica, Alemania, Suiza y Francia, funda 1866 el primer club de canotaje,  lo que más tarde sería el British Royal Canoe Club, sentando las bases del canotaje olímpico y la “popularización” de la actividad.


Sin embargo, no fue hasta los inicios de los 1972 que Frank Goodman,  de Valley Canoe Products, realmente “popularizó” el kayak de travesía desarrollando el primer bote de fibra de vidrio, el Anas Aquta (un pato) que aun hoy está en producción. Ese bote está basado en un kayak Inuit de Groenlandia del Oeste que Ken Taylor llevó a escocia en 1959 (parece que el prototipo original del anas acuta cuelga en una pared en un pub del norte de gales).



Varios años después, Colin Mortlock planeo una expedición en Kayak desde los fiordos de Noruega hasta Nordkapp, el cabo más meridional de Europa. Él y su equipo, probaron los Anas Acuta en la Isla de Skye y luego de varios problemas con los botes se convencieron de que había que modificar el diseño del kayak para su expedición: era necesario un bote más rápido, de casco más redondeado y con más espacio para llevar carga, con compartimientos con acceso desde fuera, con tapas y cabos para asegurar equipo en cubierta y de una bomba de mano en popa para vaciar el bote en caso de volcamiento. Encargaron el desarrollo de este bote a Frank Goodman en 1975 y de ahí deriva el Nordkapp, el “primer” kayak de travesía como los que conocemos hoy, sentando las bases de los “kayaks ingleses”, generalmente con skeg. Los estadounidenses modificaron el diseño original del casco e introdujeron el timón rebatible, dando origen a los “kayaks americanos”…pero eso es motivo de otra discusión que dejaremos para más adelante…

Sin embargo
Pero esto es historia y no nos dice nada de nuestra relación personal con el kayakismo que practicamos cotidianamente. Y es que es imposible de definir. Es tanto una salida con amigos a tomar mate a la isla como una expedición en los sitios más apartados. Porque el kayakismo “es eso” , no es un deporte, ni una obligación… es una actividad recreativa donde, ya sabemos, es imposible poner (imponer) parámetros de verdad y otras yerbas maniqueas.
El kayakismo (de travesía) es, lo que nosotros queremos que sea.


Y es dentro de este contexto que vamos a desarrollar ESKAPA, nuestra escuela de kayak y este blog de kayakismo y canotaje. Opiniones, notas técnicas y evaluación de equipo, desde un punto de vista personal y objetivo donde no existen los absolutos pero si recomendaciones, respaldados por los años de experiencia arriba (y debajo) de un kayak o una canoa y a través de la formación obtenida en escuelas reconocidas como son la Federación Argentina de Canoas, la American Canoe Association y la British Canoe Union, que son la base y el marco de nuestra escuela y de lo que queremos transmitir que, a nuestra forma de ver, son la seguridad (de nosotros y los otros ) y el respeto (por los otros y lo otro).

Santiago M. Arias