jueves, 16 de julio de 2015

Evacuación en helicóptero

“Atento parques parques parques grupo 1, grupo 1, grupo 1, laguna CAB en llamado de auxilio…”

La tarde pintaba abúlica mientras el grupo descansaba luego de varios días de caminar en la montaña. Estábamos dando una vuelta por el campamento cuando un grito desgarrador llamó nuestra atención…era momento de actuar…

Si estamos en una zona remota y ocurre una emergencia que implique el riesgo de muerte o de lesiones permanentes para uno de los integrantes de la travesía, tenemos dos opciones, o lo dejamos donde está (puede haber traslados hacia zonas más convenientes pero que no impliquen una evacuación en sí) e intentamos revertir la situación, o lo evacuamos a un centro de atención definitiva. Si la situación no se revierte o la evacuación no es exitosa, la víctima puede morir. Es en esas situaciones de emergencia donde quizás necesitemos una evacuación en helicóptero.

En países como Estados Unidos, Canadá, Francia, Suiza, España, Nepal, hay gran disponibilidad de helicópteros de rescate. Solo es cuestión de llamar y de acuerdo a la gravedad del hecho, el grupo SAR (Search and Rescue: búsqueda y rescate) resuelve los pasos a seguir. Los costos del rescate, normalmente los cubre el seguro del rescatado.

En Argentina, hay grupos SAR de las fuerzas de seguridad, nacionales, provinciales y privados. Las fuerzas armadas también tienen sus grupos SAR, pero excepto por convenio, no están disponibles al uso civil.

Los helicópteros que dependen del ministerio del interior y tienen su accionar a nivel federal (Policía Federal, Gendarmería Nacional (GN) y Prefectura Naval (PNA)) están solo para uso exclusivo de las fuerzas de seguridad, excepto lo autorice el Ministerio del Interior (MI).
El costo operativo de un helo de PNA puma SA- 330 US$ 1300 por hora
Y de una Lama o un AS 350 es de US$ 500 por hora.
De esta forma, el uso de las aeronaves fuera de las fuerzas depende del MI y los rescates podrán ser gratuitos o no (para el rescatado) según lo determine el ministerio.

Supongamos que un helirescate fuera una posibilidad, y que tenemos suerte y hubiera un helicóptero a disposición…

¿A quien llamamos?
¿Como preparamos la zona de aterrizaje (el helipad y el LZ: landing zone) para que aterrice el helicóptero?
¿Que tamaño tiene esa LZ?
¿Donde nos ubicamos?
¿Que deberíamos tener en cuenta?...
para esas preguntas es este artículo.
 
Helicópteros Eurocopter, ideales para rescate en montaña

Pedido del helicóptero

En USA, el pedido de un helicóptero para evacuar una víctima (MedEvac) puede hacerlo un grupo local de rescate SAR.
En Nepal, por ejemplo, teníamos el número de teléfono de un miembro del grupo de rescate y el del piloto y hablamos directamente con él, que a través de su agencia realizó los trámites previos a la evacuación.

Pero en Argentina, ¿a quien se le pide un helicóptero?

Depende de la jurisdicción donde estemos es a quien debemos llamar y ellos se encargarán de resolver la cadena de toma de decisiones que, dependiendo de la fuerza, termina en el Ministerio del Interior. Hasta hace un tiempo atrás, bastaba la orden de un juez. Hoy sube hasta el mismo ministro….pero eso puede estar cambiando en este mismo instante…
Si estamos en la costa o en el mar, lo hará Prefectura Naval y la decisión de enviar al helicóptero depende efectivamente del jefe de zona atendiendo la indicación del encargado médico. Si estamos dentro de un Parque Nacional, ese llamado lo hará el jefe de sección o el intendente a través de los canales de la Administración de Parques Nacionales (APN). En jurisdicción provincial, lo hará la policía de la provincia.
Como ejemplos particulares, el Parque Provincial Aconcagua tiene un servicio privado de helicópteros contratado por el parque que se costea con parte de dinero del canon de ingreso al parque.
En la provincia de San Juan, hay un operador médico evalúa las evacuaciones en helicóptero según la gravedad de la víctima.

Entonces…

Debemos conocer, no solo la jurisdicción sino también, de que recursos disponemos para comunicarnos con las fuerzas de seguridad (teléfonos, canales o frecuencias VHF, HF).y ellos se encargarán de realizar el pedido a través de los canales que correspondan en ese momento. Y dentro de las comunicaciones, deberíamos saber si es posible comunicarnos con el piloto o la tripulación en vuelo y por que medios.

Por otra parte, también debemos conocer los tiempos de vuelo hacia el sitio de la evacuación y los tiempos que requiere la preparación de la aeronave.

Ante una emergencia que requiera de una evacuación médica por helicóptero, lo ideal, es que el personal que está en el sitio se comunique directamente con el personal medico ya que son estos los que mejor pueden describir la situación de la víctima.
Del mismo modo, el personal “de tierra” puede transmitirle al piloto las condiciones del sitio de evacuación, meteorología, vientos locales y existencia y tipo de las zonas de aterrizaje.

Por eso, el pedido del helicóptero lo deberían hacer los grupos locales de SAR, o personal entrenado en técnicas de búsqueda, rescate y socorros (un guía), que son los que están entrenados y saben, técnicamente como va la cosa…

En tierra

Preparando una LZ
Para el despegue y el aterrizaje, el helicóptero precisa de un espacio libre de obstáculos, que esté nivelado y preferentemente con una brisa para el aterrizaje y despegue. El tipo de suelo (o agua) sobre el que aterriza y la topografía también es importante por el “efecto suelo”, que agrega, o no, sustentación al helicóptero durante el aterrizaje.
El tamaño del área depende del helicóptero, pero como medida general, un área despejada de 30 m x 100 m para aterrizaje y despegue.
Si hay viento (más de 45 nudos, o ráfagas de más de 20) el piloto puede decidir no aterrizar.
 
Helipad en la Zona de Aterrizaje. Blanqueo de la H, con arroz.

Si bien el piloto es el que decide como, cuando y donde, es ideal marcarle la LZ con un Helipad (H) y marcarle la intensidad y dirección del viento con una manga (puede ser improvisada, un cubre mochila, un rollo de papel higiénico) o una bengala de humo (o encender fuego que libere humo).

El operador de tierra
Es una persona entrenada que le indica por señas manuales (código internacionalmente aceptado) por donde ingresar, (se sitúa  de espaldas al viento, con los brazos extendidos señalando la zona de aterrizaje, frente al helipad), donde aterrizar y por donde salir. Es importante que la persona que da las señales esté posicionada fuera de la trayectoria del rotor principal y pueda ser observada fácilmente por el piloto y el aparato debe tener una vía de escape en su aproximación.
De todas maneras, lo más probable es que el piloto no preste indicación a las señales del operador, principalmente por no conocer la experiencia de este en operaciones con helicópteros.
Dado que es muy peligroso estar cerca del aparato durante el aterrizaje (o el despegue), sólo el operador de tierra puede estar el en área.  El resto de la gente, los socorristas, la víctima, o quien sea, deben estar alejados, fuera de la vía de escape y protegidos del viento que genera el rotor principal (protejerse los ojos y estar atentos a las cosas que vuelen y puedan lastimarnos a nosotros y a la víctma).

Nótese el viento generado por el rotor principal de este sea king de la armada.

Y por esto mismo, por el viento, en la LZ no puede haber nada suelto que pueda volarse y perjudique al helicóptero. Todo debe estar asegurado y guardado.

Cuando el helicóptero está en la LZ.
Nunca acercarse al helicóptero hasta el que piloto lo autorice.
Siempre acercarse agachado por el frente del helicóptero, para que el piloto nos vea.
Nunca acercarse al helicóptero por el costado donde el terreno circundante sea más alto que el helipad.  Las aspas pueden cortarnos la cabeza.
Nunca acercarse al helicóptero o bajar de el con los rotores girando a menos que el piloto de la orden de hacerlo.
El piloto es el comandante de la aeronave y es responsable del helicóptero. El toma todas las decisiones que involucren a la aeronave.
 
Aproximarse por el frente luego de ser autorizado por el piloto

Los helicópteros se caen…
En EEUU, el 38% de las muertes ocurridas durante rescates en montaña es por la caída del helicóptero y es la principal causa de muerte en grupos de rescate. En la zona de El Chaltén ya se perdieron dos helicópteros que participaban en rescates teniendo que lamentar la muerte de un piloto.
En Nepal, el helicóptero que nos sacó del Yangma, se estrelló meses más tarde muriendo el piloto y 3 tripulantes.
 
Este eurocopter se estrelló en mayo de 2015. Aquí repostando combustible en el patio de una escuela.
Esto va como un llamado de atención sólo para considerar si corresponde poner en riesgo la vida de las tripulaciones en un rescate o del personal de tierra. Eso lo evalúan,

1.     quien realiza el pedido del rescate,
2.     quien autoriza el vuelo (es una cadena, y es el principal fusible de responsabilidad, ahí nadie quiere hacerse cargo) y
3.     el piloto.

El artículo técnico termina aquí…al que le interese, algunos ejemplos de cómo hemos operado en el pasado en distintas situaciones.

Ejemplos
Caso 1:
Evacuación aérea por quemaduras. Laguna CAB, Bariloche, 2005.

Una tarde de febrero de 2005 en Laguna CAB, una zona remota a un par de días caminando desde Bariloche, guiaba un grupo de adolescentes hacia Pampa Linda bajo una metodología de aprendizaje por experiencia y formación de líderes. Hacia las 20, una de las integrantes del grupo, de 15 años, se vuelca sopa hirviendo sobre las piernas mientras cocinaba. Luego de estabilizada la escena, la evaluación primaria y efectuados los primeros auxilios iniciales y bajo supervisión de otros los 2 adultos del grupo, también socorristas, me comuniqué por VHF con el ICE (Incendios Comunicaciones y Emergencias), el grupo de rescate de Parques Nacionales en el Parque Nacional Nahuel Huapi. Les comuniqué la naturaleza de la emergencia y solicitaba una evacuación ya que no podríamos auto evacuarnos por el tipo y ubicación de las quemaduras (de segundo grado en las piernas). El operador del ICE, también socorrista, comunicó que si las condiciones eran viables, enviarían un helicóptero de Fuerza Aérea asignado a tareas de incendios y rescates a las 6:30 AM ya que los helos argentinos no pueden operar de noche. Eso implicaba pasar una noche con la víctima realizando los tratamientos necesarios.

Como habíamos llegado durante la tarde, ya había resuelto donde estaría el helipad en caso de que ocurriese algo (que pasaría si…recuerden el ejercicio que les comenté es ideal hacer mientras uno anda por ahí. Cuando la emergencia ocurre, ya lo tienen resuelto). Solo debíamos despejarlo de piedras y marcarlo con la H. Ese ejercicio de limpieza también ayudaba a bajar el estrés del resto del grupo al asignarle tareas y un propósito de ayuda. Durante toda la noche continuamos con los primeros auxilios para disminuirle el dolor y las molestias a la paciente. A pesar de la lluvia, a las 6 hubo una ventana de buen tiempo, por lo que comunique al ICE la ubicación exacta del sitio con GPS, las condiciones topográficas de la LZ y las condiciones meteorológicas del lugar. Colocamos una manga y un operador de tierra para asistir en la maniobra. Luego del aterrizaje, el encargado médico del ICE bajó del helo para llevarse a la víctima. En el helicóptero había un grupo de rescate por si no podían aterrizar en esa LZ y tuviesen que acercase caminando desde otro punto para evacuar. Una vez subida la paciente al helicóptero, éste despegó sin novedad llevándola al hospital de Bariloche.

Lo positivo
ü      La disponibilidad del helicóptero gracias al convenio de Parques con las FFAA y su presencia con personal entrenado en SAR.
ü      La capacitación del personal de tierra en primeros auxilios, comunicaciones y operación con helicópteros permitió una evacuación relativamente rápida de la víctima. La alternativa era una larga evacuación a pie que podría durar dos días.
ü      El planteo de escenarios a priori permitió tener resuelta la evacuación antes de que el accidente ocurriese

A mejorar
ü      Hubiera sido conveniente para la víctima poder salir del sitio con un adulto responsable del grupo ya que era menor, pero el piloto se negó a aumentar el peso dentro del aparato por cuestiones de seguridad.

Importante…el equipo personal normalmente no sube al helicóptero. Eso queda a consideración del piloto y debemos tener en cuenta que la víctima necesitará además, ropa, papeles, documentos y comunicación con los familiares. Si no podemos facilitárselos en ese momento, debemos comunicarnos con quien pueda facilitarle estas cosas en el centro de atención definitiva.

Caso 2:
Trastornos clínicos agravados por Mal de Altura. Octubre de 2014, Valle del río Yangma, Nepal.

En la alta montaña, más allá de los 3000m, es común sentir los efectos de la atura, manifestándose en distinto grado y conocido como Mal Agudo de Montaña (MAM). Es imposible prevenirlo y todos somos afectados en mayor o menor medida por el “Mal de Altura”. Lo variable es la gravedad con que nos afecta y la mejor forma de disminuir sus efectos es a través de una correcta aclimatación.
Por otra parte, los efectos de la baja presión de oxígeno en altura sobre nuestra fisiología, complican cualquier cuadro clínico pre existente o que se presente durante nuestro tiempo de permanencia en la altura.

A: Signos y síntomas de Infarto de miocardio
Poco más arriba de los 3000 m, un cliente se queja de malestar estomacal e indigestión. Un exhaustivo cuestionamiento sobre signos y síntomas llevan a suponer, una indigestión estomacal, o un infarto de miocardio. Vamos por esta última que es más grave. Mientras recostamos a la víctima en posición semi sentada, intentamos comunicarnos vía satélite con el grupo de rescate privado “Mountain Helicopters” con quienes ya teníamos acordadas las evacuaciones en caso sucedieran. Sin embargo, la orientación Norte Sur del valle y siendo este, uno de los valles más profundos del mundo, hacían que la comunicación por satélite fuera imposible. Hacía días que intentábamos una conexión sin éxito (por este motivo teníamos localizados ya los sitios donde había enlace por radio teléfono). Por fortuna un caserío cercano contaba con uno de estos enlaces. Localizamos una LZ para una posible evacuación mientras manteníamos a la víctima en observación. Todo el equipo quedó en stand by mientras se evaluaba el progreso del cuadro clínico.

Sin señal satelital en un valle profundo

Afortunadamente, el caso evolucionó favorablemente no resultando un problema cardíaco sino una “simple” indigestión.

ü      Nuevamente el planteo de escenarios y la resolución de los “problemas” antes de que ocurran nos permitió una rápida respuesta en el sitio. De todas maneras, una evacuación en helicóptero hubiera llevado horas por los tiempos de vuelo desde Kathmandú (sin considerar las condiciones atmosféricas del aeropuerto de despegue) hasta el sitio de evacuación.

Importante: Hay que plantearse siempre el peor escenario y obrar en consecuencia pero sin descartar las otras opciones y manteniendo todo en observación a lo largo del tiempo.

B: Evacuación por complicación de cuadro clínico
Ya a 4800m, el cliente se queja de problemas respiratorios y estomacales que le dificultan dormir, trasladarse y  ”vivir” su vida cotidiana…, agravado por la altura. Si bien esto no pone en riesgo su vida, los 6 días de difícil regreso son casi impracticables con ese cuadro, por lo que decide cubrir los costos de una evacuación en helicóptero.
Dado que estábamos a mayor altura, fue posible comunicarnos vía satélite con el piloto que realizaría la extracción. Con los teléfonos satelitales, el teléfono debe “ver” al satélite para que se establezca la comunicación.
Transmitimos la información de posición (por carta, con el datum de la carta y por gps con el datum wgs84), cuál es el valle que conviene seguir para llegar al sitio y la ubicación del helipad en el valle y cuales fueron las condiciones meteorológicas in situ en los últimos días para darle idea de lo que podría venir. La extracción sería en la mañana siguiente con un tiempo de vuelo estimado en 2hs (ida y vuelta 4 hs, más 3 despegues). Eso implica que en algún sitio debe hacerse recarga de combustible.
Al día siguiente, después del mediodía y con un retraso por las condiciones ambientales, 3 miembros del grupo fueron cargados en el helicóptero, repostándose combustible durante el regreso.

Caso 3:
14 de Diciembre de 2014: Caída de un helicóptero durante el rescate de un turista en la zona del Cerro Fitz Roy

La Cordillera de los Andes en la Patagonia Austral es bien conocida por sus fuertes vientos. El anticiclón de Pacífico Sur está en esas latitudes y los vientos antárticos también inciden sobre ese sector y además, el campo de hielo patagónico sur funciona como una fábrica constante de vientos catabáticos. Eso hace de El chaltén…una zona algo ventosa.

Durante el mediodía del 14 de diciembre, dos fotógrafos alemanes, transitaban desencordados por el glaciar Fitz Roy Norte. Transitar a esa hora por un glaciar, sin cuerda, es tirar demasiado de la cuerda de la selección natural…y uno de ellos cae en una grieta, golpeándose en la caída.
El que queda fuera, marca el lugar dejando la cuerda en el sitio (sin intentar sacar al accidentado) y parte en busca de ayuda. Llega al sector conocido como “piedra negra” donde guías de montaña de El Chaltén le prestan ayuda y llaman a la Comisión de Auxilio Favio Stedille, del Club Andino y al grupo de rescate de Parques Nacionales (ICE). Este grupo de gente mayormente voluntario, está formado por guías de montaña, porteadores, escaladores, brigadistas (ICE) y gendarmes (grupo de rescate en montaña de GN). Este grupo tan variopinto, es el grupo de rescate en montaña mejor entrenado del país y el que cuenta con mayor número de rescates. Rápidamente se pone en funcionamiento el sistema de respuesta, con el sistema de comando de incidentes, formándose los distintos grupos que irían escalonadamente al rescate (grupo helicóptero, grupo de contacto, grupo glaciar,  grupo contrapeso y grupo transporte), que debían hacer la extracción de la grieta, los primeros auxilios y traslado por el glaciar hasta el paso del cuadrado, bajarlo hasta fuera del glaciar y luego descolgarlo de ahí por una pendiente muy empinada hasta el fondo del valle del río eléctrico y trasladarlo de ahí hasta la ruta. Mientras se preparaba todo esto, el jefe de grupo solicita un helicóptero que es denegado. Sin entrar en detalles, un piloto de helicóptero de la localidad de El Calafate, se ofrece voluntariamente para llevar un grupo de rescatistas hasta el sector del accidente y vuela hasta El Chaltén en su Robinson.  El grupo de rescate a pie continúa avanzando por si hubiera algún inconveniente con el helicóptero.
Ya en Chaltén, el piloto decide llevar solo al guía de montaña en el Grupo Helicóptero, dejando al médico de rescate en tierra, “por las dudas”. El Robinson no es un helicóptero de rescate. Su motor es de combustión y no de turbinas, por lo que no es ideal para volar en montaña en esas condiciones. Vemos salir el helicóptero que se pierde tras el Fitz Roy….
5 minutos después el guía llama al centro de comando por la radio…que el helicóptero se cayó, y se incendió…que no pudo sacar al piloto…todos escuchamos atónitos esta conversación sin saber tampoco que la médica y jefa de grupo no había subido al helicóptero….pensábamos lo peor…
Y además el rescate del alemán debía continuar…
El guía de montaña desciende del “boquete del Pier Giorgio” donde ocurrió el accidente, destrepando por la pared y se dirige hacia la grieta donde había caído el alemán, siendo uno de los primeros que llegan hasta el sitio. Participa del rescate en su totalidad que duró toda la noche hasta casi el mediodía del día siguiente sin mayores consideraciones.

Lo positivo
ü      La capacitación del grupo de rescate y que continuó con el rescate independientemente de que hubiera un helicóptero “disponible”
ü      La entereza del grupo luego del accidente.

A mejorar
     ü      Ningún rescate justifica la muerte de un rescatista.
ü      Plantearse seriamente la existencia de helicópteros de rescate en montaña, pilotos entrenados en montaña y tener un plan serio a nivel nacional de SAR.

El helicóptero es tan bueno como el piloto que lo vuela y el piloto que lo vuela es tan bueno como el helicóptero que vuela.

Saludos y buena remada!

Santiago




lunes, 13 de julio de 2015

Acciones a tomar cuando remamos en agua fría

Manteniéndose vivo



Como describimos en el artículo anterior
Existen 4 etapas en las que podemos morir por inmersión en agua fría.

El ahogamiento por shock térmico (0 a 2 minutos)
El ahogamiento por incapacitación (5 a 15 minutos)
La muerte hipotermia (a partir de los 30 minutos)
La muerte durante el rescate

Esto es fácil de evitar con una buena prevención y el equipo acorde al sitio donde estamos remando.

Podemos hacer distintas aproximaciones para analizar esto y la primera sería, evitar caer al agua…

Para no caer al agua (o no sumergir completamente el cuerpo) debemos…

No meternos en sitios donde no deberíamos estar
De ninguna manera digo “dedíquense a otra cosa” sino por el contrario, la experiencia nos indica que caminos transitar y cuales no…
Conocer nuestras limitaciones y trabajar dentro de nuestra área de conocimiento.

El uso adecuado de las herramientas que poseemos hoy día (el acceso a los pronósticos en tiempo real, tablas de corrientes y marea, etc), permiten una buena planificación, con todo lo que una buena planificación implique (planificar el día, la ropa de kayak y la extra, la comida y bebida, los planes b y c, los planes de contingencia, el vivac, el fuego, los rescates, la evacuación, llamar a….).
Y como siempre, el ejercicio del buen criterio a la hora de tomar decisiones correctas disminuirá las probabilidades de un desastre.

No remar solo
En nuestras salidas en zonas muy frías, nunca deberíamos remar solos ni en zonas muy expuestas a las corrientes, vientos y rompientes.
De todas maneras, elaborar un plan de navegación (y ser estrictos con ese plan) y dejarlo en distintas manos es una buena alternativa y aumenta nuestras probabilidades de supervivencia.

Mantenerse entrenado y en forma
El dominio de las técnicas básicas y avanzadas de remo (como los apoyos) disminuirá en gran medida los riesgos de caer al agua. El hecho de “estar en forma”, también promueve una actitud mental positiva y nos da un extra físico a la hora de encarar un rescate o tener que salir de una zona complicada.

Hidratar y comer bien
Debemos tener reservas de alimento acorde a la actividad que estamos encarando. No es posible restringir la dieta durante una expedición. Necesitamos una provisión constante de energía, para remar, o temblar.
La correcta hidratación es necesaria para termo regular.

Aclimatarse
Como indicamos en el artículo anterior, aclimatarse en agua fría disminuye en gran medida el shock térmico por golpe de frío…lo mejor, aclimatarse entrenando.

Una vez en el agua….

Usar chaleco salvavidas
El chaleco salvavidas evita la muerte en los dos primeros casos…no hay excusas para no usarlo ni mayor explicación…pero nos mantendría vivos hasta que nos rescaten, salgamos del agua o nos mate la hipotermia.

Rescatarnos rápidamente
El rescate y auto rescate es la maniobra más eficiente para no permanecer en el agua. Para eso necesitamos entrenarnos (mucho) en la técnica correcta para que la maniobra de rescate sea efectiva rápidamente.
El rol debería salir “siempre”, en cualquier condición. Incluyendo la zona de rompiente.
Rol, re ingreso y rol, uso del paddle float y rescate asistido deben ser prácticas comunes y regulares en todas nuestras salidas. El simple hecho de mojarnos nos mantiene aclimatados al agua fría y con una actitud mental positiva.

De todas maneras, volcarse es siempre una posibilidad, no poder subir al bote es una posibilidad y perder el bote es una posibilidad… entonces…

Vestirse para la inmersión
En aguas frías (por debajo de los 10 grados) es conveniente vestir un traje seco o un traje húmedo de kayak que nos permita remar cómodamente. Por debajo del traje seco deberíamos utilizar la ropa acorde a la temperatura del agua (y del aire), teniendo en cuenta la hipertermia por actividad física.

Llevar elementos de señalización y comunicaciones
Una vez en el agua, no tenemos mucho tiempo para llamar nuestra atención (SPOT, VHF, teléfono celular, satelital, bengalas, silbato, luces). El entumecimiento de los dedos hará muy difícil un pedido de ayuda. Es necesario llamar la atención cuanto antes tanto dentro como fuera del grupo. Recordar que un rescate organizado desde “fuera” lleva un tiempo…

Prevenir la hipotermia y evitar que avance
Esto es importante tanto cuando estamos “secos” como cuando estamos en el agua. En el terreno, una vez superada la hipotermia moderada, no hay forma de recuperarla, pero podemos evitar que continúe avanzado.
Una vez en el agua, disminuir la inmersión saliendo del agua sobre el bote o “hacernos bolita”.
Ante los primeros signos de hipotermia, debemos actuar rápidamente. Abrigo, alimentación, hidratación, ejercicio..

Entrenar una actitud mental positiva
Entrenar, jugar, estar en el agua, nos permite estar relajados a la hora de encarar un hecho mas comprometido. Estaremos mejor predispuestos para afrontar la incertidumbre porque ya lo habremos hecho.
Pensar con claridad mientras estemos calientes…
Podemos mantener la mente clara después de una inmersión en agua fría durante 15 minutos?

Y una vez fuera del agua…

Podemos calentarnos? Tenemos herramientas para recalentarnos? Ropa seca de repuesto? Montar un vivac? Comida para mantenernos calientes por dentro?

Si tenemos en cuenta estos factores a la hora de salir a remar en zonas de agua fría, aumentaremos enormemente nuestras probabilidades de supervivencia.

Saludos y buena remada!

Santiago