sábado, 28 de septiembre de 2013

Auto rescate: Reingreso y rol

Esta es la maniobra de auto rescate más eficiente si el rol falla. Puede ejecutarse en segundos y no requiere de equipo extra. Si las condiciones ambientales y de cansancio son tales que se nos dificulta la maniobra, podemos asistirnos con el flotador de pala (paddle float) en el extremo de la pala. Aquí demostraremos el reingreso (re entry and rol) en tiempo real (toda la maniobra lleva aquí 12 segundos) y una demostración explicada.

Lo mas importante, colocar correctamente la pala en posición, para ejecutar el rol que mejor nos sale.

Demostración



Explicación


Y como siempre decimos, la buena práctica constante de estas técnicas es lo que nos brindará confianza y seguridad al tener que emplearlas en situaciones reales.

Buena remada!

jueves, 26 de septiembre de 2013

Rescate de un kayakista incapacitado

Puede haber situaciones en las que, luego de un volcamiento o un incidente, el kayakista no pueda subirse al kayak por sus propios medios. Lo más común sería una lesión inestable en el hombro o algún golpe serio que lo incapacite.

Una alternativa que tenemos para volver al kayakista al bote es el Rescate Cuchara o “Scoop Rescue” donde literalmente introducimos al kayakistas/nadador/víctima incapacitado dentro del cockpit de su kayak. Que el rescatador haga el trabajo completamente solo es muy difícil y se requiere de fuerza. Lo ideal seria que el rescatado asista en su rescate para introducirse dentro del kayak, porque el rescatador no puede ver dentro del otro bote.

Para realizar la maniobra colocamos ambos kayaks lado a lado, con las proas en el mismo sentido y rolamos el kayak hacia el nadador, cargándolo completamente de agua. Literalmetne “flotamos” las piernas de la víctima dentro del cockpit hasta que esté lo más acomodado posible en el cockpit.

El punto clave al momento del giro, es que el centro de gravedad se mantenga bajo, por lo que mantendremos a la victima acostada sobre la cubierta trasera de su kayak.

Para volver el kayak hacia arriba, lo más fácil es empujar el bote hacia abajo desde el borde del cockpit y no tirando desde la víctima (si fuera posible). Esto sube el centro de gravedad (lo que nos dificulta el trabajo) y…puede ser doloroso para la víctima. En caso que hubiera que hacerlo, tirar del chaleco. 

Luego, mientras vaciamos el bote y evaluamos el estado general de la víctima, resolvemos como volver a tierra…Si el estado de la víctima es inestable, no podemos dejarlo solo.


Agradecemos a Fernando Gagliardi, instructor ACA, por su participación en el video.

lunes, 10 de junio de 2013

Remolques en kayak

Puede ocurrir que nos encontremos en una situación donde uno de nuestros compañeros esté imposibilitado de continuar remando (una lesión, agotamiento) o que tengamos que sacarlo de una zona de peligro (que esté “ensartado” entre las ramas, que se dirija hacia una zona de impacto y no pueda maniobrar), que haya perdido su pala o que tengamos que mover un bote sin kayakista. Para estas maniobras podemos remolcar un kayak.



Dependiendo del lugar, el material que dispongamos o la urgencia, el remolque puede ser, corto, largo o de contacto y lo podemos hacer solos o asistidos por otros kayakistas: en tándem o asistido.

Fotografías: Nicolás Meradi

En el próximo artículo, veremos como hacer un sistema de remolque casero: Cinturón, cabo corto con elástico circular y cabo largo.

Equipo

Si bien hay destintas opciones, el equipo para los remolques es: un mosquetón de escalada o náutico, un cinturón de remolque de apertura rápida y un cabo de remolque. Como opción recomendable para los remolques mas largos es un dispositivo que absorba energía (un cabo elástico corto). El cabo de remolque pueden ser dos, uno corto y uno largo.

Mosquetón, cabos de remolque con elástico  y cinturón

Cabo de remolque
El cabo de remolque es… cualquier cabo. Pero si podemos elegir este debería cumplir con ciertas características…

Que flote
Colores vivos
Resistente (que no se corte)
Ocupe poco espacio
Pueda utilizarse como cabo de rescate (ese que se le arroja a un nadador para sacarlo del agua).
Manipulable (que no se nos incruste en la carne cuando tiramos de él y que hacer o deshacer nudos sea fácil).



Cabos de remolque "emobtellados". Cepita y gatorade.

En Argentina, un cabo que cumple con todas estas características es el cabo obligatorio para los salvavidas de rosca de las embarcaciones. Es de 6mm, de nylon, flota, es naranja y barato.


Conviene guardar el cabo en alguna bolsa o botella donde el despliegue del cabo sea inmediato y no se enrede. Para eso, debemos meter el cabo dentro de la bolsa o botella o adujar el cabo en bucles que no sean cerrados. Si lo adujamos en anillos, se enreda.

Cabo de rescate en bolsa.  Dejarlo entrar en la bolsa. Cae desde el  hombro



Hacer bucles de cabo, no anillos. Meterlos en la bolsa o botella.

Longitud del cabo de remolque
Para el mar, el cabo de remolque debe ser largo, para poder ajustarlo a la longitud de onda de las olas y que el bote remolcado no se nos venga encima. Esto puede ser hasta 15-20 metros. Para el río, alcanza con 10-12 metros. De todas maneras, el cabo puede rápidamente usarse en doble, triple o se puede acortar las distancias con nudos.


Es ideal tener un cabo corto de 1 o 2 metros para remolques cortos con un mosquetón en un extremo y si fuera necesario hacer un remolque largo, agregarle el cabo de remolque largo.

Diámetro del cabo
Cabos de 2-4 mm
Pro: Lo bueno de estos cabos de menor diámetro es que ocupan muy poco espacio y podemos llevar mucho cabo en poco espacio o poco cabo en menos espacio. Se puede adujar como la "latita de pescador" alrededor de un tubito y que se desenrolle.
Contra: Es muy poco manipulable (el cabo tan fino lastima las manos, se enreda y no se puede hacer mucha fuerza con él).
No puede usarse como cabo de rescate (con tan poco diámetro no puede afirmarse bien el cabo)
Los de poco diámetro pueden usarse para el cabo corto que va unido al bote o al cinturón.

Cabo de remolque de 2 mm. Fácil de guardar, pesa poco, no ocupa espacio, pero imposible de manipular.
Cabos de 5-6mm
Es la mejor relación entre espacio y y diámetro. SI usamos cabo corto y largo, es ideal para el largo. Puede utilizarse como cabo de rescate.

Cabos de más de 6 mm
Pro: Excelente cabo de rescate, la mejor manipulación y resistencia. Flota "mucho".

Contra: Ocupa mucho espacio.


Cabo de rescate-remolque: 20 m de 10mm. Buen material, pero muy voluminoso 

Elástico

Podemos incluir en el cabo un sistema que absorba energía para disminuir el choque en el cuerpo por los tironeos del bote remolcado. Un metro de elástico tubular es suficiente.  El elástico puede ir tanto en el cabo corto como en el largo.

El cabo de 5mm está enrollado alrededor del elástico, que no hace fuerza. Solo se estira y absorbe.


Cinturón de remolque:
Lo importante del cinturón de remolque es que tenga algún sistema de liberación rápida por si tenemos que deshacernos del remolcado (imaginen que estamos cruzando un río y una lancha pretende cruzar entre los dos botes…).

Puntos de anclaje:
El Chaleco:
El cinturón está en el chaleco si éste tiene pasadores para el cinturón o ya viene cocido al chaleco.
Pro: es cómodo de llevar porque no molesta cuando remamos (sin remolcar) y el “tironeo” lo hace el chaleco cuando remolcamos.

Contra: Para remolques de mucha distancia o muy cargados, el punto de remolque es muy alto y puede lesionar la espalda.
En este caso, si liberamos el remolque, el cinturón queda en el chaleco y el cabo sale con una argolla que queda flotando (si el cabo flota). La argolla corre y sale por el cinturón.

Tiro desde el chaleco. Puede lesionar la espalda.


La pelvis:
Lo llevamos alrededor de la “cintura” (ideal donde están los huesos de la pelvis o “cadera”), por sobre el cubre cockpit.
Pro: No produce lesiones en la espalda. Es más recomendable para tiros de largas distancias, malas condiciones climáticas, botes cargados.

Contra: Si lo llevamos puesto siempre, es bastante incomodo para remar (uno se acostumbra). Cuando remolcamos, la fuerza aprieta la pelvis.


Si liberamos el cinturón, éste sale con el cabo. El punto de tiro debe ser fijo al cinturón.

Tiro desde la pelvis. Es más incómodo de llevar


El Bote.
Hay botes (ninguno de los que se fabrican en Argentina tiene este sistema) que vienen con un punto de anclaje para cabo de remolque con un sistema de liberación rápida incluido. Es muy común en los botes ingleses.

Pros: No hay ningún tipo de lesión posible, no necesitamos cinturón y el transporte del cabo es sobre cubierta.
Contra: Con el punto de tiro tan bajo, el cabo barre con todo lo que haya en la  cubierta de popa (el timón por ejemplo...Esa es una de las ventajas del skeg).


Cabo corto anclado al bote delante del cockpit:
Este cabo se lleva frente al cockpit con dos mosquetones frente al aro, uniendo los cabos de vida. Es de uso muy rápido.

Remolque desde el bote con cabo corto de 2mm.


Sistemas de remolque:
Remolque de contacto.

Son remolques cortos donde el rescatado se sostiene del bote remolcador. Puede ser de proa o de popa. Son remolques de muy poca distancia, y en general para salir rápidamente de situaciones de emergencia. Puede agregarse un cabo corto desde el cockpit del rescatador a la proa o popa del rescatado (foto anterior es un remolque de contacto con cabo corto).







Remolques de contacto por proa o popa


Remolque corto:
La proa del bote remolcado está dentro de la extensión del bote remolcador (menos de 2,5m). 

Normalmente son remolques de poca distancia (mover un bote) o remolques de emergencia para sacar a alguien de una situación de peligro. Tenemos el cabo corto listo en el cinturón y no tenemos tiempo o necesidad de agregar el cabo largo.

Remolque corto. El remolcado se asiste con un flotador.




Remolques cortos desde el Kayakista


Remolque corto desde el kayak


Remolque largo:

Cuando el bote remolcado supera el largo del bote remolcador, el remolque es "largo". Se utiliza para largas distancias, más tiempo de remolque o, con oleaje (en los remolques cortos, las olas golpean los botes). Este sistema se utiliza normalmente con kayakistas agotados, que asisten en la remada, o los imposibilitados de remar.

Con olas, remolque largo


Remolque en tándem:

Igual al anterior pero incluye a varios kayakistas en línea. Uno remolca al imposibilitado y otro remolca al remolcado. Puede haber varios en la línea. De esta manera puede remolcarse durante mucho tiempo y a una buena velocidad.

Remolque en tándem. El cabo en primer plano está doble acortando la distancia.
Remolque asistido
Si el kayakista que debe ser remolcado está lesionado (imposibilitado) o no está "alerta", no podemos dejarlo solo. Debe ser asistido por otro kayakista. En este caso, se pondrán lado a lado (proa proa o proa popa según corresponda) para que quien asiste evalue constantemente el estado de respuesta del kayakista remolcado. En este caso, el remolcador remolca ambos kayaks a la vez. Pasamos el mosquetón del cabo de remolque primero por uno de los cabos de vida del asistente y luego clipamos el mosquetón al cabo de vida del kayakista lesionado. De esta manera, el kayakista asistente puede liberar también el cabo de remolque del kayakista incapacitado si fuera necesario.

De donde remolcamos
Si es posible, se remolca del cabo de vida del kayak remolcado, con la leva del mosquetón hacia arriba para que no se abra y no pierda resistencia el mosquetón y chequeando que la fuerza sea en el sentido del eje más largo del mosquetón.

No se debería remolcar de las manijas del kayak ni de los elásticos.

Clipear el cabo de vida con la leva del mosquetón hacia arriba.

Que sistema usar?
El que sea más conveniente en cada situación…

Si es una emergencia…hay que salir de ahí lo más rápido posible, de la mejor manera posible (balanceamos eso)

Remolque de contacto:  “Flaco, agarrate de ahí…”  .

Remolque corto: Si no podemos confiar en el otro…clipeamos nuestro cabo de remolque al cabo de vida del otro kayak y a otra cosa….

Si el kayakista está muy cansado, conviene asistirlo en la remada antes que quede agotado. Lo clipeamos al cabo de vida de proa y lo asistimos. El kayakista sigue remando pero hace menos fuerza. Y nosotros también.
Si no puede remar porque está lesionado o perdió la pala, podemos acoplarnos en tándem o turnarnos para tirar. Evaluar el remolque asistido si está incapacitado.

Remolque listo para usar

Consideraciones
Si el bote remolcado no tiene sistema de dirección, comienza a “flamear” mientras lo remolcamos. Cuidado con los obstáculos y el tráfico!.

Al lesionado podemos incluirle uno o dos flotadores de pala para evitar que vuelque. Eso depende de su condición y estado de conciencia.

Cuando remolcamos, conviene que la cubierta de popa del remolcador esté despejada y el timón bajo para que el cabo no se enganche.

En la zona de rompiente en el mar, NO SE HACE REMOLQUE CON CABOS. Es extremadamente peligroso.

Es conveniente practicar estas maniobras antes de necesitarlas realmente.

Remolcar un kayakistas, dos, un bote cargado y todas las técnicas necesarias.
Practicar la liberación del cinturón para comprobar que realmente es de soltado rápido, y que lo que tiene que flotar, flota.
Una vez más, la buena práctica es la que sirve.

Agradecimientos:
La fotografía es de Nicolás Meradi.
Y a Fernando Gagliardi, instructor ACA, por colaborar en las prácticas para las imágenes.

Saludos! y buenas prácticas!






martes, 28 de mayo de 2013

Sobre certificaciones, guías e instructores

Últimamente se ha discutido en numerables ocasiones el “tema” de las certificaciones. Que la ACA, la PNA, la BCU y la mar en kayak.
En este artículo, definiremos algunas cosas como para hacer algunas aclaraciones y comentarios y cual podría ser un escenario posible para Argentina a través del ejemplo de otras instituciones.
Es necesario trabajar sobre el tema con una visión horizontal (entiéndase, bajarse del caballo) mirando el futuro para poder asistir a los tomadores de decisiones sobre nuestra actividad.

Disfrutar de un programa de canotaje en zona agreste. Ambiente "controlado".

Certificación
Una certificación es una acreditación que otorga una institución que dice que uno tiene un nivel mínimo de conocimientos.

Nada más, ni nada menos. Una certificación, no habilita, pero está enmarcada dentro de un código de ética profesional.
Los tomadores de decisión son los que habilitan y regulan (Administración de Parques Nacionales, ministerios de turismo). Nosotros, como especialistas, podemos asistirlos en la toma de decisiones mas "correcta" sobre habilitaciones, reglamentos, leyes.

Entonces, al obtener la certificación no solo acreditamos conocimientos mínimos sino que también adquirimos un compromiso. Un compromiso legal, un compromiso social y esto incluye asumir un código de ética profesional.

Y esa es una de las diferencias más importantes entre quienes posean y no posean una acreditación.
En caso de accidente y a la hora de definir responsabilidades, el ser poseedor de la certificación es fundamental, porque estamos entrenados para hacer lo que hacemos. Existe un aval, un marco teórico y jurídico de donde un juez puede tomarse. Y el tener la certificación es un resguardo.
Y los accidentes ocurren…la diferencia es, que hacemos una vez ocurrido el accidente.
Como dijimos, el obtener la certificación no nos da los conocimientos “de todo” lo que hay que saber, pero es el mínimo para poder comenzar y ganar la experiencia necesaria.

Instructores
En este punto diferenciemos instructor de la figura del “entrenador” que no la vamos a tratar en este artículo. El entrenador no solo enseña sino que trabaja con sus entrenados en programas a largo plazo para un fin particular. Puede ser deportivo de alto rendimiento o preparar kayakistas para una expedición. Hasta ahí llegaremos con los entrenadores porque esto sería competencia de la Federación Argentina de Canoas (FAC).

El instructor es un educador, por lo que debería estar formado para la enseñanza. No solo conocer las técnicas que enseña de manera tal que pueda demostrarlas, sino saber encontrar que necesita cada alumno (más visual, auditivo o kinestésico para el aprendizaje) y cual es la mejor manera de transmitirlo.

Instructores: Enseñanza de las técnicas cubriendo los campos visual, auditivo y kinestésico.
Las condiciones ambientales deberían ser tales que el alumno pueda aprender, sin preocuparse por su incomodidad o seguridad. También el instructor es quien debe encontrar o evaluar el sitio donde se realicen las prácticas, que sea acorde a lo que vaya a enseñar y si las condiciones cambiaran o lo recursos fueran escasos, el instructor debiera ser capaz de resolver los inconvenientes y adaptarse a situaciones y recursos.

Ambiente controlado. Óptimo para el aprendizaje.
Eso es lo que enseña un curso de formación para instructores. A enseñar la técnica (que debe ser lo mejor posible) tomando como base la seguridad, dentro de un ambiente controlado y estar preparado para responder a las eventualidades de la actividad.

El radar del instructor escanea necesidades de aprendizaje y responde con una técnica de enseñanza particular centrado en la seguridad.


Guías
Un guía es el encargado de que un grupo de personas (con sus necesidades y deseos)  lleve a cabo un programa de recreación en zona agreste. Esto debe hacerse dentro de parámetros de seguridad, cuidando el medio ambiente y transmitiendo conocimientos de la historia natural del sitio a recorrer para mejorar la vivencia.
 
Guías: Escaneo constante del grupo y el ambiente. Foto: Fredy Iznardo Aventura Formosa
Un grupo es dinámico… existen las necesidades y deseos de cada uno de los participantes, lo que genera una dinámica particular en cada grupo. El guía debe balancear esas necesidades personales con los objetivos del programa. Y para hacer esto hay muchas opciones y estilos, desde una administración “dictatorial” del grupo, donde todas las decisiones son tomadas por el guía, hasta un “laissez fair” (dejar hacer) donde el guía se sitúa por fuera del grupo (y arriba como observador) y los deja hacer, interviniendo solo cuando lo cree necesario. Un mismo grupo puede pasar de un estilo a otro dependiendo de las condiciones. Donde es necesario tomar más el control, nos movemos hacia un lado de la línea, de lo contrario, podemos dejar que el grupo fluya con su dinámica (conocimientos en manejo de grupos).
Obviamente, las necesidades personales del guía deben ser relegadas por el bien común.

Como líder de grupo, también es un docente, pero la función primaria del trabajo docente del guía es, a través de la enseñanza de las técnicas, disminuir el riesgo de accidentes. Eso nos ahorra un problema a futuro, más allá de que para el cliente el aprendizaje pueda ser una experiencia en si misma. Es por eso que no se requiere que la técnica del guía sea tan “impecable” como la de un instructor (conocimiento en educación).
 
Enseñar para disminuir los riesgos. Foto Fredy Iznardo Aventura Formosa

Por otra parte, durante el desarrollo de la excursión se debe hacer un escaneo constante de las condiciones ambientales actuales, a futuro y como puedan incidir sobre el grupo. La administración del riesgo es el trabajo más importante que tiene un guía (cumplir el objetivo, de manera segura) y como responder una vez ocurrido el incidente (conocimiento en primeros auxilios, rescate, toma de decisiones, comunicaciones, planificación...).

Dentro de las guiadas podemos diferenciar,
Guiadas de un día
Hay poca interacción entre los miembros del grupo. La dinámica de grupo como propiedad emergente casi no existe, por lo que el guía puede limitarse a cumplir con el programa (ejercer un control “total” del grupo para el cumplimiento del programa). La certificación ACA para guías es para excursiones de este tipo. Es conveniente que los guías sin experiencia comiencen con estos grupos para ganar experiencia en manejo de grupos y administración del riesgo.

Guiadas de un día permiten más control del grupo por la poca interacción.

Guiadas de múltiples días
Hay una importante interacción entre los miembros del grupo. Comen juntos, duermen juntos, viven juntos…Eso genera propiedades emergentes que son propias del grupo y está en el guía identificarlas y administrarlas.
Por otra parte, en excursiones de múltiples días, las condiciones ambientales cambian, hay más riesgos y más probabilidad de incidentes. Por lo tanto, el trabajo es más complejo y se deben administrar distintos niveles: psicológicos, ambientales, objetivos del programa, riesgos, y de ahí surge un estilo de guiado para ese grupo en particular. Si un guía hace dos guiadas iguales, es que algo no hizo bien.
Es más conveniente que estas guiadas sean lideradas por guías con experiencia.
 
Necesidades del grupo por encima de las individuales. Foto Nick Culley

La formación de un guía es extensa. Se comienza con una certificación pero es la experiencia la que da forma al estilo de cada guía. Pero con algo se empieza.

Entonces un guía o un instructor deben tener distintas características y estar entrenados en ciertas habilidades:

Conducta profesional y conocimiento de las debilidades y defectos
Enseñanza y facilitación
Cuidado del medio ambiente
Administración de programas
Administración del riesgo
Habilidad técnica

Es “necesario” estar certificado para ser instructor o guía?
Obviamente no. Las técnicas se aprenden y se transmiten. Sin embargo, y como dijimos antes, una certificación les da, a los certificados, además de una formación estandarizada, un marco legal y ético donde moverse, y a las empresas o clientes que trabajan con esos guías o instructores, una constancia de idoneidad. Es por esto que es “conveniente” para aquellos que trabajan en actividades de recreación al aire libre, obtener las certificaciones como protección ante posibles inconvenientes legales.

La realidad internacional
En otros países, hay distintas organizaciones que forman kayakistas, guías e instructores y lo hacen hace muchos años. Como muy breve resumen y tocando algunos puntos:

En Inglaterra es la British Canoe Union (BCU), que está considerada como una de las mejores del mundo formando instructores. Tienen un programa muy completo para las distintas disciplinas con 5 niveles de dificultad y para acceder a un nivel como instructor se debe estar certificado en el nivel superior de habilidad. El inconveniente principal es que uno debe cumplir todo el programa para ascender por los niveles. Todos empiezan del nivel 1 independientemente de sus conocimientos. Esto lleva a que formar un instructor de los niveles más altos, lleve muchos años.

En Estados Unidos existe la American Canoe Association (ACA). Ellos basan su sistema en el de la BCU sin embargo si uno tiene el nivel técnico para comenzar con un nivel 4, puede hacerlo. Es más flexible y fue el sistema elegido en Argentina (principalmente porque era el que estaba disponible).

Canadá: En este país la formación de guías es muy completa. Para ser guía del Sea Kayak Guides Alliance of British Columbia se debe seguir un extenso programa y para pasar de un nivel a otro se exige un mínimo de días trabajados en el nivel anterior o como asistente en el nivel solicitado.

¿Hay algo en Argentina hoy?

Sí, las normas Iram Sectur para canotaje.


Un ejemplo en Argentina: Las asociaciones de guías de montaña
En Argentina existen dos asociaciones que nuclea guías de montaña, con cuatro escuelas de formación; la Asociación Argentina de Guías de Montaña (AAGM, con sede en Bariloche) y la Asociación Argentina de Guías Profesionales de Montaña (AAGPM, con sede en Mendoza). En el caso de la AAGM, la formación de guías lleva un mínimo de dos años para la categoría menor y se exige un curriculum laboral y deportivo (mínimo de 5 años) para aplicar al examen de ingreso. En el caso de la AAGPM hay una escuela de formación con título de nivel terciario. No se exige conocimiento previo al ingreso, pero la formación es intensiva en esos 3 años.

Después de muchas idas y vueltas, hoy estas instituciones son reconocidas a nivel mundial y forman parte del la Unión Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña (UIAGM), el organismo más prestigioso del mundo en la profesión. Para poder entrar en la UIAGM, los cursos de formación fueron monitoreados por instructores italianos de la UIAGM.
 Actualmente, se está tramitando la certificación UIMLA, otra unión internacional de asociaciones de guías y esos cursos, también serán monitoreados por instructores UIMLA de otro país.
Para obtener estas titulaciones internacionales, se debe seguir un riguroso programa de selección, con un extenso curriculum deportivo. Una vez dentro los guías deben continuar su carrera de formación en dos años como mínimo con otros 6 cursos de formación.
En este momento, ambas instituciones (AAGM y AAGPM), después de muchos años de desencuentros, están trabajando lado a lado para mejorar cada día y en este momento están trabajando sobre una ley nacional para regular el trabajo de los guías de montaña.

Un posible escenario para las certificaciones de kayakismo Argentina
Es evidente que algo tenemos que hacer. La actividad está creciendo mucho, aún más si consideramos los kayaks sit on top y es evidente que la mayoría se lanza al agua desconociendo las mínimas medidas de seguridad.

Entonces, donde debemos trabajar es en la formación de instructores como medida más importante. Su capacitación y acreditación. También puede extenderse a los guías de kayak que quieran ofrecer sus excursiones.

Aún no hay centros de formación o certificación de instructores o guías que involucren a los kayakistas de travesía y no sería correcto que la FAC o la Febocak (federación bonaerense de canoas y kayaks) lo hagan a través de sus entrenadores de competición, que son especialidades diferentes. Esto debiera hacerse a través de especialistas ad hoc, que sean kayakistas de travesía con experiencia en estos campos (nacionales o extranjeros) y que estos sean el núcleo para formar instructores que sean la base de nuestra pirámide.

Podríamos hacerlo desde cero, tomando algunas de las consideraciones (o todas) de la certificación IRAM Sectur para servicios de canotaje pero que cubra las necesidades de toda la geografía del país, que no sea el rancho de unos pocos y  sea lo suficientemente flexible como para sostenerse y evolucionar en el tiempo.

Cuando en 2009 iniciamos los programas con la ACA (desconocíamos que en Bariloche estaban haciendo lo mismo), el fin era ese. Obtener una certificación internacional que nos convalide como guías e instructores y saber donde estábamos. Fue el inicio de un camino pero no significa que sea el único, pero alguno tenemos que tomar.

En el kayakismo todavía nos falta muchísimo trabajo para lograr algo así, pero podemos comenzar con algo. Dejando de lado los “divismos” y las necesidades particulares y lograr algo “serio” aunando esfuerzos hacia un futuro común.
  

sábado, 4 de mayo de 2013

Orientación

En el desarrollo o la capacitación de cualquier actividad al aire libre, la orientación es una técnica básica que necesitamos conocer y dominar, no sólo para planificar los itinerarios de nuestras travesías o expediciones, sino que también debemos tener la capacidad de “leer el terreno” y anticiparnos a lo que éste nos depara a partir de la interpretación de cartas de navegación, mapas topográficos, fotografías aéreas, imágenes satelitales y la información de las tablas de mareas y el pronóstico del tiempo para llevar a cabo la navegación que nos lleve a buen puerto. Para desarrollar dichas técnicas es necesario tener una buena visión espacial y una combinación de conocimiento teórico, experiencia y criterio.



Como en todo, comenzamos con ensayos de “prueba y error” o con una capacitación concienzuda. Sin embargo, es la experiencia la que nos da esa capacidad de “leer” el ambiente y poder anticipar las condiciones futuras con solo mirar las cartas, pronósticos y condición general del grupo. Es por eso que, cuando comenzamos a involucrarnos en la actividad, una adecuada planificación antes de lanzar los botes al agua toma extrema importancia. Y como la experiencia a veces llega cuando no la esperamos…mejor empezar de a poco y a conciencia.

Planificar ANTES de entrar al agua

Dentro de este espectro de conocimientos para aprender a interpretar el espacio, incluimos tres disciplinas,

Orientación: Es “encontrar el oriente”. En que dirección voy, debo ir o dónde queda determinado lugar (¿hacia dónde?).

Posición: donde estoy o dónde queda determinado lugar (¿en dónde?).

Navegación: Por dónde voy a determinado lugar, conociendo en cada momento mi posición (¿por dónde?).

Las herramientas con las que contamos los kayakistas para responder estas preguntas son: las cartas, la brújula, el posicionador satelital., las tablas de mareas, un anotador, un transportador y algo para escribir.

Nota aparte merecen los posicionadores satelitales GPS. Y es que con ellos podemos responder donde estamos y hacia donde vamos todo el tiempo, con mapas a color, escalas cambiantes, horario de pesca…. Todo eso hasta que se acaban las baterías o que la constelación de satélites no esté disponible. El GPS de ningún modo reemplaza nuestro sentido de orientación ni nuestros conocimientos de navegación. Es solo un aparato más que nos sirve como complemento (muy útil por cierto) para la navegación, y es complemento de mapa, brújula, nuestros conocimientos y otra vez…una dedicada planificación.

GPS, mapa y compás. Son complementarios

Para no hacer demasiado extenso este artículo, limitaremos éste a la orientación y ubicación y dejaremos para otro artículo las técnicas de navegación.

Mapas
Un mapa es una representación a tamaño reducido de una parte de la superficie de la Tierra. Dependiendo del tipo de información que expresen, será el tipo de mapa: topográficos, cartas náuticas, de vegetación, de senderos, geológicos, ruteros. Las más útiles para el kayakismo de travesía son las cartas náuticas, las cartas topográficas y las imágenes de google earth.

Como regla general, mantendremos las cartas secas. Pueden estar en cubierta o bajo cubierta. Lo ideal es tener una copia para trabajar en el agua y otra de repuesto. La copia, puede ser de una porción del mapa (sin olvidarnos de incluir la escala en la copia) o podemos sacar fotos de la carta original y seguir el mapa en la pantalla de la cámara digital. Pero debemos tener una copia disponible para poder chequearla durante cada trayecto.


Cartas Náuticas
Están diseñadas para desplazarse sobre el agua. La información que da es referida a todo lo que esté en el agua, bajo el agua o la costa vista desde el agua y para quienes están en ella. Profundidad, canales de navegación, boyas, barcos hundidos, puertos, faros y todo lo relevante a quien se mueva en una embarcación. Sin embargo, hay poca información costera y tierra adentro. La navegación en kayak es navegación costera por lo que muchas veces nos falta información útil sobre zonas de desembarco, campamentos, caminos o rutas de evacuación por tierra.
Las cartas náuticas también dan información básica sobre las mareas y en algunos casos, sobre las corrientes. 



Cartas Topográficas
El kayakismo de travesía ocurre a “escala humana”, es decir, los trayectos a recorrer son similares a los que podríamos cubrir a pie, en bici o a caballo (tracción a sangre). Las cartas topográficas de escalas de 1:100.000 a 1:25.000 contienen información completa del terreno y por lo tanto son muy adecuadas para nuestra actividad. Sin embargo, por contra tienen que no incluyen información de lo que está “en” el agua, y conocer la profundidad o las mareas es importante para poder predecir corrientes, olas, u otras características.

Imágenes Satelitales y Google Earth
Hoy es muy fácil obtener información espacial de los sitios que vamos a navegar. Podemos estar ahí sin movernos de casa y realizar una pormenorizada planificación utilizando la web. Tiempos de navegación, localización de campamentos, rutas de evacuación, planes B y C e imprimir todo eso a distintas escalas y tenerlo a mano durante el viaje e ir ajustándolo a medida que la realidad nos va regulando el paso. El Google Earth nos permite volcar puntos georreferenciados en los mapas y calcular distancias que podremos ir verificando en el campo a medida que avanzamos. Es información complementaria a las cartas, no las reemplaza.

Imagen Google Earth. Pueden añadirse puntos y una escala. La línea representa 1km.


Entonces, ¿Que usar en la expedición?
Todo lo que sea útil para nuestro viaje!!

Un poco de Cartografía: Entendiendo los mapas
La cartografía es la rama de las ciencias geográficas que se dedica a expresar gráficamente el conocimiento que se tiene de la superficie de la Tierra en sus más diversos aspectos. Como lo hace…?

Elipsoides, Sistemas de Referencia,  Sistemas de Proyección y Sistemas de Coordenadas
Intentaremos, de manera muy breve y simple explicar estos conceptos.

Un mapa no es la superficie terrestre llevada al plano, sino que es la proyección en 2 dimensiones de una función matemática que se le parece lo más posible.
La Tierra tiene una forma redonda semejante a una esfera, pero con montañas sobre el nivel del mar y depresiones submarinas por debajo, con sus irregularidades y rugosidades. Es por estas irregularidades que es imposible una representación matemática de la Tierra.
Lo que si puede representarse es un elipsoide, que sería el sólido generado por la rotación de una elipse sobre su eje. Es decir, algo “parecido” a la Tierra, con porciones que le son tangentes.

Entonces, cada país tiene su propio sistema de referencia y elipsoide de referencia que se adopta como sistema geodésico para definir las coordenadas de los puntos de la Tierra. En Argentina los sistemas de referencia son Campo Inchauspe 69 con elipsoide de referencia Hayford 1924 y, el sistema de referencia Posgar 94 con elipsoide de referencia WGS84 (este es el elipsoide de referencia más comúnmente utilizado en el mundo).

Es el elipsoide el que se proyecta de una superficie curva a un plano, con las consecuentes deformaciones (Argentina utiliza para sus cartas topográficas, el sistema de proyección Mercator Transversa por fajas o de “Gauss Krugger” para trasladar su elipsoide al plano). Dado que existe deformación al proyectar la superficie curva al plano, la medición de distancias se verá afectada por la escala de la carta y por la distancia al meridiano de tangencia. Si las distancias a medir son pocas o la distancia a la tangente es poca, entonces el error por la deformación, es menor.


Además, en cada carta encontraremos sistemas de coordenadas, útiles para georreferenciar un punto. Estas coordenadas pueden ser planas (cartesianas, son decimales) o angulares (geodésicas, son sexagesimales), estando relacionadas al elipsoide de referencia.

Coordenadas planas: X de latitud o vertical en la carta, referidas en las cartas del IGM a la distancia en km al polo sur del elipsoide, e Y de Longitud u horizontal en la carta, distancia al meridiano de referencia. En las cartas de IGM, son una grilla ortogonal recta (a 90º). A este sistema de coordenadas también se lo llama de “Gauss-Krugger”. No confundir con el método de proyección.

Coordenadas angulares: Son las llamadas “geodésicas” y se expresan en grados de arco, la latitud o arco medido desde el Ecuador hasta el paralelo local, y la longitud o arco medido desde el meridiano de Greenwich hasta el meridiano local, determinado en el elipsoide de referencia (en las cartas Campo Inchauspe 69 del IGN son las líneas que enmarcan la carta en la parte superior, inferior y a los laterales). Hay cartas con grillado de coordenadas geodésicas. Estas pueden no ser ortogonales.

¿Cual es la importancia de esto?
Dado que los sistemas no son idénticos, un mismo punto puede tener distintas coordenadas. Debemos saber cuando ubicamos un punto en un mapa, de que manera lo estamos referenciando y bajo que sistema. La información estará anotada en el mapa en la información marginal. Normalmente, cuando trabajamos con GPS, utilizamos el elipsoide WGS84 y la cartografía argentina es casi toda Campo Inchauspe, que usa el elipsoide Internacional o Hayford de 1924. Entre uno y otro sistema, puede haber 100 m o más de diferencia para las mismas coordenadas geodésicas. Entonces, si por ejemplo durante nuestra planificación marcamos un campamento y lo introducimos en el GPS para navegar hacia el y lo hacemos en base a una carta del IGN, el GPS debiéramos cambiarlo al sistema Campo Inchauspe para trabajar en el mismo sistema o saber, que habrá una diferencia entre a donde vamos y donde nos dice el aparato que vayamos (lo mismo si marcamos un paso, si transmitimos por radio las coordenadas para un rescate e innumerables ejemplos).



Orientación
Como hemos dicho anteriormente, la orientación es “encontrar el oriente” y a partir de allí, los otros puntos cardinales. Esta técnica, se ocupa de responder a la pregunta de ¿hacia dónde?

Todo queda definido por ángulos y direcciones…
Tipos de direcciones
Dependiendo donde estemos midiendo el ángulo de una dirección (que sea una línea en la carta o en el terreno), esta puede ser:

Azimut Geográfico: es el ángulo que una línea de dirección forma con el Norte Geográfico (del elipsoide).

Dirección Cartográfica o Azimut Plano: es el ángulo medido entre la dirección Norte de la carta y la línea que en la carta se dirige hacia el objetivo.


Dirección Magnética o Rumbo: es el ángulo medido con la brújula entre la dirección del Norte Magnético y la dirección del objetivo.

Entonces, estos tres ángulos son distintos y para una dirección dada en el terreno (rumbo) le corresponderán otros ángulos en la carta (azimut plano o geográfico) para el mismo objetivo, con lo que habrá que sumar o restar la declinación o desviación magnética al hacer las conversiones (básicamente porque el “cero” es distinto y para que coincidan uno y otro, hay que sumar o restar esa diferencia que hace que los números sean distintos).

Entonces existen…



Tres Líneas Norte
Dentro de la información marginal de cada carta, en lo que se denomina el diagrama de declinación, se detallan tres líneas norte, el Norte Geográfico, que coincide con el polo norte del elipsoide de referencia –en general, los bordes de la carta son meridianos del elipsoide-; el Norte de Cuadrícula, el cual queda determinado por las líneas verticales (eje de coordenadas X) de la cuadrícula impresa en la carta (Norte de Lambert) y el Norte Magnético, que se determina mediante el empleo de una brújula cuya aguja se alinea con las líneas del campo magnético terrestre. Si la cuadrícula es geodésica, solo figuran el Norte Geográfico y el Norte Magnético.

Por lo tanto, quedan así definidos también dos ángulos importantes:
Declinación Magnética: es el ángulo formado por la recta que marca el Norte Geográfico (del elipsoide) con la recta del Norte Magnético. Si el grillado es geodésico, solo se representa este ángulo en la carta.
Desviación Magnética: Es el que forman la recta que marca el Norte de Cuadrícula con la del Norte Magnético. 

(La Convergencia de Meridianos, que es el ángulo entre Norte de Cuadrícula y el Norte Geográfico, es de poca utilidad para nosotros).


Para que el ángulo rumbo y un ángulo azimut midan “lo mismo” debemos sumar o restar…, Si la declinación (o desviación, ahora generalizaremos como “declinación” y “azimut”) es Oeste, a la brújula se le resta la declinación cuando lo pasamos a la carta. Por ejemplo, el rumbo medido en el terreno es de 182º con una declinación oeste de 8º, si lo queremos pasar a la carta este azimut es de 182-8=174. Esa es la línea que consideraremos en la carta. Y al revés, si en nuestra planificación antes de zarpar diagramamos los rumbos a seguir utilizando la carta (es decir, tomamos los azimut que convertiremos en rumbos, los anotamos y los tenemos a mano para ir chequeando), en el caso de la declinación Oeste, al pasar de la carta a la brújula, le sumamos la declinación al azimut para obtener el rumbo (en nuestro caso si nuestro azimut en la carta fue de 165º entre el puerto y el promontorio, en la brújula será 165+8=173 el rumbo a seguir desde el puerto al promontorio).
Si la declinación es Este, lo que antes sumaba, se resta.
Cómo hago para acordarme?
La O de declinación oeste es la también el circulo que representa brújula, y el palito que cruza la O de oeste, es la resta.


Para saber cual es la declinación o desviación del sitio por donde nos vamos a mover, es conveniente conocerla antes de salir. Esa información está disponible en la web o en los GPS. La información que está en la carta (la variación anual de la desviación) en general está tomada en base a datos de más de 50 años y no es precisa. Esa información es útil para unos 3 años aproximadamente y el cálculo de la declinación es importante cuando la diferencia es mayor a dos grados (error de lectura de una brújula convencional). 

La Brújula y el compás
Una brújula es una aguja imantada que se alinea con el campo magnético terrestre, indicando la dirección del Norte Magnético.
Para el terreno, las más recomendadas son las que tienen un sistema de puntería con fácil lectura del limbo. Las de espejo o aquellas con un sistema óptico de puntería son las más útiles en el campo. Una vez tomados los rumbos, se vuelcan los datos al mapa utilizando un transportador.
Para trabajar en las cartas, se utilizan las de cuerpo transparente, pero son poco útiles en el terreno si no se dispone de otro elemento de medición.


Para seguir un rumbo en la embarcación podemos usar un “compás” de navegación, donde el limbo (o la “rosa”) generalmente flota en líquido (agua y alcohol) marcando el ángulo de dirección. Se lleva en la cubierta del kayak para facilitar la lectura.

Compás en cubierta, con la carta.

También puede usarse una brújula de espejo, pero al mojarse se dificulta la lectura de la aguja.

Antes de utilizar la brújula o el compás, debemos cerciorarnos que no hay ningún objeto que interfiera o modifique la lectura. Normalmente, en un kayak no llevamos nada de metal, pero si baterías (las pilas de la cámara fotográfica!!).

Marcando un rumbo
a) Hallar el rumbo sobre una dirección dada en el terreno:
Para medir el ángulo (rumbo) de un objeto en el terreno, debemos ubicar la brújula delante de nosotros apuntando con el sistema de puntería hacia el objetivo (supongamos un puente). Luego, sin dejar de apuntar, debe girarse el limbo de tal manera que la  aguja coincida con el N del limbo (o flecha Norte). El punto indicador fijado en la caja de la brújula, que coincide con los elementos de puntería, nos indicará el rumbo en el que se halla el puente. Si la brújula tiene espejo, nos permite una lectura más cómoda sin dejar de apuntar al objetivo.

b) Hallar el rumbo en grados sobre una dirección dada en el terreno:
Es inverso a lo anterior. En primer lugar se gira el limbo de la brújula hasta obtener el ángulo deseado en le punto indicador (supongamos 36º). Girando con la brújula, se hace coincidir la aguja con la N del limbo. Los elementos de puntería indicarán el rumbo deseado.

c) De la Carta al terreno:
Se traza una línea recta en la carta desde el punto de partida hasta el objetivo deseado. Se coloca el transportador sobre la intersección de esta línea o su prolongación y un meridiano (línea cartográfica Norte-Sur). Se gira el transportador hasta que el cero coincida con la dirección Norte del meridiano. Se mide el ángulo entre el meridiano y la línea trazada originalmente. Luego se corrige la dirección sumando o restando la declinación magnética local, obteniéndose el rumbo. A partir de allí continua el caso anterior.

Siguiendo un rumbo. Puntos de referencia


Con una brújula o el compás se puede seguir una línea razonablemente recta hacia el objetivo, que puede o no estar, a la vista. Para evitar avanzar mirando constantemente la brújula (o porque se moja el compás y no puedo leer los números o porque hay olas o viento y no la puedo sacar si la guardé), deben tomarse puntos de referencia en la primera lectura y avanzar hacia ellos. Dado que a medida que avanzamos la perspectiva cambia, lo mejor es tomar varios puntos de referencia cercanos (un promontorio, una punta, un árbol, la dirección del viento en ese momento, la dirección de las olas) y otros de referencia lejana (la cima de una montaña, la posición del sol, una estrella). Cuando llegamos a estos puntos intermedios, deberíamos chequear el rumbo y continuamos avanzando hacia destino. Este método tiene la ventaja que no debemos necesariamente remar en línea recta sino que sólo debemos llegar hasta el punto medido.

Buscar una referencia cercana (dirección de las olas, viento)  y una lejana.

Referencia trasera: si no hay ningún punto de referencia hacia delante, podemos probar detrás nuestro y encontrar uno a nuestras espaldas.


Posición
Posición es lo que nos permite determinar nuestra situación relativa en el terreno y la de otros objetos. Puede hacerse a simple vista, si los elementos del paisaje lo permiten; utilizando solamente el mapa si es posible reconocer puntos en el terreno trasladables a la carta o una ubicación puntual utilizando mapa y brújula (triangulación) o el GPS.

Tipos de Posición
Área: Consiste en saber en que zona de la carta nos encontramos (“estamos por acá…”). Puede ocurrir en paisajes muy monótonos o con pocas referencias como en la bajada de un río o en un cruce de aguas abiertas donde estimamos nuestra posición por rumbo, deriva, velocidad y tiempo de navegación.


Línea: Consiste en saber en qué línea estamos. Puede ser un río, un canal de navegación, una línea de costa, una ruta o una línea recta imaginaria que nos une con otro punto (un rumbo).

Punto: Consiste en conocer sobre la carta nuestra posición. En la imagen anterior, al llegar al puente sabremos exactamente donde estamos y es donde se crucen las líneas del río y el puente.

Triangulación (Posición con mapa y brújula)
1.     Orientar la carta (esto es, con su parte superior dirigida al Norte).
2.     Seleccionar en la carta dos puntos que sean identificables en el terreno (conviene que el ángulo formado entre la nuestra posición y la de los puntos de referencia sea lo más cercano posible a 90º o mayores. Esto mejora la precisión del método).
3.     Tomar los rumbos de esos puntos con la brújula
4.     Calcular contra rumbos (180 + rumbo) y convertirlos a contra azimut con la declinación magnética.
5.     Aplicar con un transportador dichos contra-azimutes sobre la carta.
6.     En la intersección de ambas líneas se encuentra nuestra posición.
7.     Es conveniente verificar la posición con un tercer punto.

Conclusiones


Esto es solo una parte de los conocimientos necesarios si queremos lanzarnos a una expedición o una travesía de varios días. Falta aún lo más importante que es la navegación, que es el “por donde” vamos a ir de un sitio a otro y esto afectado por las variables siempre cambiantes de nuestra actividad (corrientes, olas, viento, marea). Hay mucho más sobre cartografía, orientación y posicionamiento a considerar, pero esto es solo un pantallazo para que, aquellos que se están iniciando, tengan en cuenta algunas de las cosas a dominar que hace tan interesante el kayakismo de travesía.

Mucha suerte y buena remada!

Santiago