miércoles, 24 de junio de 2015

Inmersión en agua fría

Es raro…

…la mayoría de los accidentes mortales en kayakismo son producto de la inmersión en agua fría...y es un tema que está muy poco tratado en la bibliografía “convencional” de kayakismo de travesía…

Como este artículo es muy largo. Lo desglosamos en dos, lo técnico y lo práctico.

“Inmersión en Agua Fría” y
“Acciones a tomar cuando remamos en agua fría”

que publicaremos en los próximos días y está más enfocado en el kayakismo de travesía.

Ya hemos escrito sobre agua fría en este blog


Pero ahora le daremos otro enfoque

1. Cual es el riesgo de la inmersión en agua fría.
2. Que podemos hacer para contrarrestar los efectos del agua fría.

Les pregunto ahora… (y piensen una respuesta)

¿De qué muere uno en el agua fría?

Y la otra…

¿En cuanto tiempo de estar sumergidos en el agua nos morimos de hipotermia?

Pero…¿qué es agua fría…?

Obviamente la definición es variable, pero como para darles una idea…

La temperatura del agua térmicamente neutra, a la cual la pérdida de calor está equilibrada con la generación de calor en un sujeto desnudo en reposo (sin temblores), está entre 33º C y 35º C. Por debajo de esa temperatura perdemos calor y podemos entrar en hipotermia.

Sin embargo, el riesgo de hipotermia por inmersión comienza en agua cuya temperatura es inferior a los 25º C y aumenta significativamente a los 15º C y esa es la temperatura que vamos a tomar como norma para definir “agua fría”.

Agua Fría

Como ejemplos prácticos, la temperatura de los lagos Argentino y Viedma es de entre 6 y 8 grados en verano y la del Atlántico Sur en mayo es de 5 grados (esa era la temperatura de agua cuando se hundió el ARA General Belgrano el 2 de mayo de 1982).

Entonces y volviendo al título de este artículo, la “inmersión en agua fría” está asociada a dos cosas…la inmersión en agua (morir ahogado)… fría… (la hipotermia y las respuestas fisiológicas asociadas al frío del agua).
Parece simple, pero no lo es tanto…
Primero unos ejemplos muy cercanos.

Isla de los Estados, Tierra del Fuego
A las 8 de la mañana del 28 diciembre de 2011 durante el transcurso de una expedición de circunnavegación de la Isla de los Estados, dos kayakistas salen de Bahía Franklin en el extremo Oeste de la Isla, hacia Bahía Flinders, su destino final para ese día, a unos 25 km de distancia hacia el este.
Habían salido temprano porque según lo pronosticado para ese día, se esperaba más viento de lo usual a partir de las 16 hs, por lo que desayunaron abundantemente, desarmaron el campamento y zarparon esa mañana fría de diciembre.

Remar con viento, marea y escarceo, es algo usual en Patagonia Austral. Pero aún más en la Isla de los Estados, uno de los sitios más complicados del mundo para remar y particularmente ese sector de la isla, que está más expuesto a la corriente y a los vientos del W y NW que soplan constantemente, a lo que se le suma pocas vías de escape en esa costa acantilada…

Luego de dos horas de remar en mar grueso, el viento comenzó a incrementar su intensidad y con él, las olas de viento y el escarceo…
Y la situación empeoraba…de repente se enfrentaban a olas de mar de fondo de unos 6 metros que rebotan contra la pared acantilada…sumándose a las otras que vienen y van, encontrándose con las olas de viento. Un escarceo letal con viento de frente, de unos 60 km/h y ráfagas de 120 arrastrando olas de viento…

Estas eran las condiciones en ese instante, al momento que ya dejaron de verse, porque la altura de las olas no lo permitía aunque estuvieran separados unos metros de distancia. Era como estar en el lado oscuro de la luna…a mitad de camino del zarpe y ya no había vuelta atrás ni costa protegida. Sólo quedaba remar…

También en ese mismo momento, Freya Hoffmeister luchaba por su vida cerca del cabo de Hornos, en el día más complicado de los 4 años que duró su vuelta a América del Sur en kayak.

Y los amigos nunca volvieron a verse…

Los dos cayeron al agua en algún momento, uno de ellos pudo rolar y seguir remando hasta que logro salir. El otro no… cayó al agua y no pudo volver al bote. A pesar de tener chaleco salvavidas y dos capas de ropa bajo el traje seco, su cuerpo fue encontrado sin signos vitales unas horas más tarde por el aviso “Gurruchaga” de la Armada Argentina

Isla Lennox


Río Grande, Tierra del Fuego
Una mañana de invierno, Chefi, un kayakista local de Río Grande y Rugbier, decide salir al mar por fuera del estuario. Hay viento de tierra, fuerte bajante y la corriente del río. Todo esto empuja el agua hacia fuera.


Río Grande, Tierra del Fuego 

Viento, corriente, marea y olas en invierno en Patagonia austral…
Además, Chefi decide probar un bote y una pala nuevos ese día….una bracsa y un kayak prestados… y como todo buen kayakista fueguino, con su traje seco. Debajo del traje, una sola capa de ropa sintética.

Chefi y un compañero, luego de dar el aviso a prefectura de su partida, salen al mar, pero ni bien pasa la rompiente el bote se vuelca, mojándose la cabeza. Le grita a su compañero pero no hay respuesta y su compañero, no está a la vista.

Uno, dos, tres intentos infructuosos de subir al bote, cargado de agua. Con el bote así cargado, el oleaje, las olas y el viento, Chefi no lograba la estabilidad necesaria y se vuelca una y otra vez. Cansado y frío, pero tranquilo al ver movimiento en la playa, Chefi decide sacar el cuerpo del agua lo más posible recostándose sobre el kayak, dejando solo las piernas sumergidas, que irá moviendo alternativamente para entrar en calor.
A los 45 minutos, Chefi es rescatado por una embarcación de prefectura naval en avanzado estado de hipotermia. Es trasladado al hospital donde el médico de guardia le indica “una ducha”, pero es interceptado por un médico de terapia intensiva que le realiza un tratamiento intrahospitalario contra la hipotermia. La temperatura central de Chefi en ese momento era de 30º C. Luego de pasar 24 hs en observación, volvió a su casa y se recuperó completamente.

Luego durante el artículo, volveremos a estos ejemplos locales.

¿Que nos ocurre cuando caemos en agua fría?

Una vez que caemos al agua fría, podemos dividir el estadio en 4 fases

1.    Shock térmico o “golpe de agua fría”
2.    Incapacitación por frío
3.    Hipotermia
4.    Colapso durante el rescate

1. Shock térmico (0 a 2 minutos)
La inmersión súbita en aguas frías estimula una o más inspiraciones involuntarias (“bocanadas”) que usualmente son seguidas de hiperventilación, dificultad para controlar la respiración, aumento de la frecuencia cardíaca y aumento de la tensión arterial.

Como vemos, el golpe de frío es un problema a los pocos segundos. Es el responsable de la mayoría de las muertes caratuladas como ahogamientos en aguas por debajo de los 15°C y explica esas historias de gente que muere cuando cae un vehículo al agua y las víctimas no pudieron salir del auto o historias de deportistas que no pudieron regresar a la costa o a una embarcación a pesar de que estaban muy cerca de la salvación.

Lo que ocurre
Si la cabeza queda sumergida, con las inspiraciones involuntarias ingresa agua a los pulmones resultando en el ahogamiento de la persona en lo inmediato.

La hiperventilación usualmente disminuye en menos de 1 minuto pero causa sensación de sofocación, pánico, mareos y confusión…lo que tiene un efecto retro alimentador...más hiperventilación, más pánico, más mareo, incapacidad para nadar… que pueden terminar en un ahogamiento porque somos incapaces de mantenernos a flote.

Shock Térmico. Control de la respiración.

Si no hay suficiente control de la respiración, pedir ayuda o inflar un salvavidas se dificultan. Tampoco se puede contener la respiración por más de 5 segundos, por los que se podría inhalar agua si la boca está sumergida o si se intenta nadar en aguas turbulentas (mar agitado, aguas blancas).

Al mismo tiempo, la víctima experimenta un aumento en el ritmo cardíaco y un incremento en la tensión arterial. Las personas con problemas cardiacos pueden sufrir una parada cardíaca o una fibrilación ventricular debida al shock térmico.

2. Incapacitación por frío (5 a 15 minutos)
Para los que hayan sobrevivido a la respuesta fisiológica por golpe de frío, el enfriamiento periférico continúa, especialmente en las extremidades:

Expuesto al frío, el cuerpo reacciona tratando de preservar la temperatura central a través de la vasoconstricción periférica. Este “enfriamiento / vaso constricción” tiene un efecto sobre la actividad neuromuscular, siendo más importante en las manos donde la circulación sanguínea llega a ser apenas perceptible. Esto lleva al entumecimiento de los dedos, una pérdida de la motricidad fina y gruesa, pérdida de potencia muscular y dificultad para nadar.

La perdida de motricidad impide ejecutar los procedimientos mínimos de supervivencia como operar una radio o sujetarse a un cabo de rescate.
En aguas cercanas al congelamiento, este proceso puede ocurrir entre los 5 a 10 minutos. Una vez iniciado, es de carácter irreversible.

En aguas que son significativamente frías, la habilidad para nadar apenas alcanza a un período de entre 5 minutos a 1 hora. Finalmente, el cuerpo queda casi vertical en el agua hasta que no se logra ningún avance. No se puede levantar un brazo para pedir ayuda, no se puede controlar la respiración para gritar, no se puede mantener la vía de aire abierta.

La muerte, eventualmente se produce por ahogamiento por no poder mantenerse a flote, nadar o subirse al kayak, o por inhalación de agua en condiciones turbulentas.

Hasta aquí, quien no lleve un chaleco salvavidas o un dispositivo de asistencia a la flotación, (los chalecos salvavidas que se usan en el kayakismo o DAF), se ahoga…

3. Hipotermia (30 minutos en adelante)
El agua, mejor conductor, “nos enfría”, 25 veces más que el aire, a una misma temperatura. Por lo que la hipotermia avanza más rápido en el agua que en le aire.

Clínicamente la hipotermia ocurre cuando la T corporal es de 35°C  o menos.
Podemos dividir el avance en 4 estadios.


Hipotermia
T corporal °C
Capacidad de la victima de recalentarse sin fuentes de calor externas
Manifestación Clínica
Leve
35° a 33°
Buena
Pérdida de motricidad fina y gruesa (ataxia, apatía, amnesia, dificultad para hablar)
Moderada
28° a 32°
Limitada
Desaparecen los temblores
Pérdida de conciencia
Severa
<28°
No
Rigidez
Signos vitales reducidos o ausentes
Riesgo de inducir mecánicamente una FV
Profunda
<25°
No
Fibrilación Ventricular espontánea
Paro cardíaco

En el terreno, como será imposible medir la temperatura con un termómetro de hipotermia, veremos la manifestación clínica de ésta. La clave está en el cese de los temblores, donde la hipotermia avanza a Severa. Es en este punto donde los mecanismos compensatorios pierden la capacidad de termo regular correctamente y necesitamos de fuentes externas para elevar la temperatura corporal.

En agua helada y si se dispone de un DAF puede pasar más de una hora antes de que la persona quede inconsciente debido a la hipotermia. Luego de eso, puede pasar otra hora hasta que el corazón deje de latir.



4-Colapso durante el rescate.
Aproximadamente, el 20% de las personas rescatadas con vida de incidentes en aguas frías muere por complicaciones durante el rescate. Si bien el mecanismo no es del todo claro, hay distintas hipótesis:

Previo al rescate:
En el momento anterior al rescate, cuando la víctima ya sabe que va a ser rescatada, hay una relajación mental. La consecuente disminución en la generación de la hormona del estrés puede llevar a una caída de la presión arterial, resultando en un desmayo y muerte por ahogamiento.

Durante el rescate:
Sacar a una persona del agua en posición vertical puede hacer que la sangre se estanque en las extremidades, con la consecuente disminución de la tensión arterial. Cualquier trabajo cardíaco extra o manipulación violenta puede llevar a paro cardíaco de un corazón enfriado.

Después del rescate
Los desperdicios generados por el metabolismo anaeróbico a nivel periférico que vuelven al torrente sanguíneo, un corazón predispuesto a arritmias, la disminución de la tensión arterial, el continuar perdiendo temperatura y la hipoxia por compromiso gaseoso debido al agua que ingreso a los pulmones, son causas comunes en las muertes durante el traslado y el tiempo posterior al rescate.

Discusión
Volvemos a las preguntas…

¿De qué muere uno en el agua fría?

Como vimos, en lo inmediato el principal problema de caer al agua fría, no  es la hipotermia, sino la respuesta fisiológica del golpe de agua fría y la perdida de capacidad para moverse.
Esto ocurre dentro de los primeros 15 minutos y quien no tenga un algún dispositivo de flotación corre un serio riesgo de ahogarse.

¿En cuanto tiempo de estar sumergidos en el agua nos morimos de hipotermia?

Según diversos estudios y registros de supervivientes, una persona de tamaño normal, con vestimenta liviana y un DAF puede sobrevivir de 3 a 6 horas en aguas a 10° C quedándose quieto.
¿Es más o menos de lo que pensaron?

La regla de supervivencia en agua fría es “1- 10 – 1

1 minuto                   Para controlar la respiración
10 minutos                       De movilidad efectiva
1 hora                      Hasta la inconsciencia por hipotermia

La respuesta del golpe de frío es, en principio, involuntaria. Sin embargo, como es fisiológica, podemos aclimatarnos para modificar esa respuesta.

Si normalmente realizamos actividad en agua fría o nos estamos preparando para una expedición en agua fría, podemos aclimatarnos tomando duchas frías (con 2 minutos por sesión es suficiente) o con prácticas regulares de rescate y auto rescate y rol en las condiciones normales donde desarrollamos esa actividad.

Traje anti exposición en un "hermoso" día en el Lago Grey

Además de la aclimatación, la ropa adecuada disminuye la magnitud de la respuesta al golpe de frío, al limitar la cantidad y la velocidad en la que el agua fría llega a la piel. Esto disminuye significativamente el reflejo cardio respiratoio de la inmersión súbita.
Cuando Chefi fue consultado respecto del instante en el que cayó al agua, dice no haber sentido frío inmediatamente, excepto en la cabeza porque su traje seco no tenía capucha.

La idea equivocada de que nos vamos a morir en 5 minutos por la hipotermia es extremadamente perjudicial. Eso solo sirve para generar más pánico y más hiperventilaciones aumentando la probabilidad de muerte por ahogamiento.

La preparación mental es fundamental para controlar el pánico y disminuir la respuesta emocional. Además debemos realizar un esfuerzo conciente para controlar la respiración. Sepamos que en tres minutos, los efectos del golpe de frío, disminuyen.

Las prioridades en los primeros tres minutos son:
(1) Sobrevivir al primer minuto
(2) Sobreponerse al pánico
(3) Controlar la respiración

Si sobrevivimos a estos primeros tres minutos, nos queda el hecho de la incapacidad motriz y como ésta incapacidad se incrementa con el tiempo, debemos actuar rápidamente.
El tener un dispositivo de flotación va a evitar la muerte por ahogamiento a corto plazo, eso si el agua no está demasiado turbulenta y podemos mantener la vía de aire abierta.

En esta segunda etapa las prioridades serán,

(1) Asegurarse la flotación
(2) Minimizar la cantidad de cuerpo sumergido 
(3) Pedir ayuda
(4) Decidir si nadar o quedarse quieto

Ya sabemos que no vamos a entrar en hipotermia a corto plazo, entonces debemos administrar la forma de perder menos calor o conseguir ayuda antes de que no podamos movernos.

El pedido de ayuda, también debe ser lo antes posible.
La mayoría de los equipos modernos requieren de operación con los dedos y cada vez será más dificil operar los equipos.

Y eso incluye la decisión de si nadamos o esperamos.

Esos son los dos factores que más van a afectar nuestra supervivencia en el agua a largo plazo.

Nadar o esperar el rescate
En inmersión, todo movimiento nos va a enfriar más rápido que el quedarnos quietos, debido al incremento de la circulación periférica que, al enfriarse por conducción, enfría el cuerpo. Incluso todo lo que hagamos para mantenernos a flote.

Sin embargo y a pesar de eso, la decisión de nadar debe estar motivada por la posibilidad de lograr ser rescatado o llegar a salvo a algún sitio en el corto plazo. En un estudio realizado en los  EEUU un grupo de nadadores (con PFD y ropa liviana) lograron nadar entre 800 m y 1400 m en agua a 10º. De esta manera, de haber una costa o la salvación estuviera cerca, aun podemos nadar una gran distancia. Sin embargo, la probabilidad de éxito se reduce significativamente con el tiempo (debido al incremento de la incapacitación por frío).
Es así que la decisión de nadar o no debe ser tomada en las primeras instancias y depende de distintas variables:

Morfología del cuerpo (tamaño, tejido adiposo, entrenamiento), temperatura del agua, olas y corriente, proximidad de la costa, proximidad de ayuda, habilidad para nadar y disponibilidad de dispositivos de señalización, dispositivos de flotación y ropa aislante.

No hay respuesta concreta a la pregunta ¿Tengo que nadar? Ya que cada situación es diferente…

Si no es posible el auto rescate, o nadar hacia la salvación, hay que evitar la pérdida de calor. Si tuviéramos que permancer en el agua, la clave es no moverse, hacerse bolita, ajustar las capas de ropa para que el agua no circule.
Si tenemos un kayak nos subimos a el e intentamos sacar la mayor cantidad de cuerpo del agua. No importa la temperatura externa ni las condiciones. Siempre va a ser mejor estar fuera del agua.


En el caso del incidente en Isla de los Estados, el chaleco salvavidas y la ropa puesta eran lo correcto para evitar el golpe de frío y el entumecimiento. Sin embargo, el estado agitado del mar, el oleaje y el viento en ese momento pueden haber hecho muy difícil el mantener la vía de aire abierta.
El haber conservado el bote también hubiera aportado a la supervivencia, pero nuevamente las condiciones ambientales reinantes deben haber hecho imposible recuperar el bote una vez perdido el contacto.
La natación “hacia alguna parte” tampoco tenía sentido, porque no había costa resguardada a donde ir o evacuación inminente. Sólo quedaba esperar el rescate en el agua.
En definitiva, mar agitado (obstrucción de vía aérea, pérdida de energía para mantenerse a flote a pesar del DAF) y fría, (la pérdida de movilidad y del conocimiento por hipotermia) pueden haber sido la causa de fallecimiento del kayakista.

Sobrevivir al Rescate
Para sobrevivir a la última etapa, si estamos en el agua debemos mantener la actitud mental positiva y una vez que el grupo de rescate llega donde estamos, la evacuación de un paciente con hipotermia avanzada debe realizarse en posición horizontal para evitar una disminución en la tensión arterial, evitar todo movimiento brusco para evitar una fibrilación y trasladar a la víctima a un centro hospitalario donde puedan tratar a pacientes hipotérmicos con control cardiológico constante.



En el caso de Chefi, de haberse ido caminando a la casa a pegarse una ducha, tanto el hecho de caminar como el agua caliente estando de pie en el baño, podrían haberle causado una fibrilación ventricular. Lo salvó el médico que sabía como tratarlo y con los elementos necesarios para el tratamiento.

Si la víctima tiembla, esta es la mejor indicación que no es una hipotermia avanzada y, en principio, no requiere de intervención hospitalaria, sin embargo si estuvo temblando mucho tiempo debemos estar atentos al consumo de las reservas de energía y la evolución de su estado de conciencia.

En ningún caso administraremos alcohol en pacientes hipotérmicos. El alcohol inhibe la gluconeogénesis, lo que disminuye la capacidad de proveer glucosa y mantener los temblores. Esto aumenta el enfriamiento y la hipotermia.

En resumen, la supervivencia en el agua fría en cualquier situación depende de

La habilidad para controlar la respuesta golpe de frío,
La habilidad de nadar y mantener la vía de aire permeable,
La disponibilidad de un DAF,
La disponibilidad de “algo flotante” que nos permita mantener el cuerpo fuera del agua
La ropa que nos aísle del frío del agua y la convección
La decisión de nadar o esperar el rescate
La disponibilidad de equipo de señales y capacidad de usarlos
La proximidad y posibilidad de un rescate.
La actitud mental positiva y la voluntad por sobrevivir.

En el próximo artículo, pondremos todo esto en “Acciones a tomar cuando remamos en agua fría”.

Saludos y Buena Remada!


Santiago M. Arias