sábado, 4 de mayo de 2013

Orientación

En el desarrollo o la capacitación de cualquier actividad al aire libre, la orientación es una técnica básica que necesitamos conocer y dominar, no sólo para planificar los itinerarios de nuestras travesías o expediciones, sino que también debemos tener la capacidad de “leer el terreno” y anticiparnos a lo que éste nos depara a partir de la interpretación de cartas de navegación, mapas topográficos, fotografías aéreas, imágenes satelitales y la información de las tablas de mareas y el pronóstico del tiempo para llevar a cabo la navegación que nos lleve a buen puerto. Para desarrollar dichas técnicas es necesario tener una buena visión espacial y una combinación de conocimiento teórico, experiencia y criterio.



Como en todo, comenzamos con ensayos de “prueba y error” o con una capacitación concienzuda. Sin embargo, es la experiencia la que nos da esa capacidad de “leer” el ambiente y poder anticipar las condiciones futuras con solo mirar las cartas, pronósticos y condición general del grupo. Es por eso que, cuando comenzamos a involucrarnos en la actividad, una adecuada planificación antes de lanzar los botes al agua toma extrema importancia. Y como la experiencia a veces llega cuando no la esperamos…mejor empezar de a poco y a conciencia.

Planificar ANTES de entrar al agua

Dentro de este espectro de conocimientos para aprender a interpretar el espacio, incluimos tres disciplinas,

Orientación: Es “encontrar el oriente”. En que dirección voy, debo ir o dónde queda determinado lugar (¿hacia dónde?).

Posición: donde estoy o dónde queda determinado lugar (¿en dónde?).

Navegación: Por dónde voy a determinado lugar, conociendo en cada momento mi posición (¿por dónde?).

Las herramientas con las que contamos los kayakistas para responder estas preguntas son: las cartas, la brújula, el posicionador satelital., las tablas de mareas, un anotador, un transportador y algo para escribir.

Nota aparte merecen los posicionadores satelitales GPS. Y es que con ellos podemos responder donde estamos y hacia donde vamos todo el tiempo, con mapas a color, escalas cambiantes, horario de pesca…. Todo eso hasta que se acaban las baterías o que la constelación de satélites no esté disponible. El GPS de ningún modo reemplaza nuestro sentido de orientación ni nuestros conocimientos de navegación. Es solo un aparato más que nos sirve como complemento (muy útil por cierto) para la navegación, y es complemento de mapa, brújula, nuestros conocimientos y otra vez…una dedicada planificación.

GPS, mapa y compás. Son complementarios

Para no hacer demasiado extenso este artículo, limitaremos éste a la orientación y ubicación y dejaremos para otro artículo las técnicas de navegación.

Mapas
Un mapa es una representación a tamaño reducido de una parte de la superficie de la Tierra. Dependiendo del tipo de información que expresen, será el tipo de mapa: topográficos, cartas náuticas, de vegetación, de senderos, geológicos, ruteros. Las más útiles para el kayakismo de travesía son las cartas náuticas, las cartas topográficas y las imágenes de google earth.

Como regla general, mantendremos las cartas secas. Pueden estar en cubierta o bajo cubierta. Lo ideal es tener una copia para trabajar en el agua y otra de repuesto. La copia, puede ser de una porción del mapa (sin olvidarnos de incluir la escala en la copia) o podemos sacar fotos de la carta original y seguir el mapa en la pantalla de la cámara digital. Pero debemos tener una copia disponible para poder chequearla durante cada trayecto.


Cartas Náuticas
Están diseñadas para desplazarse sobre el agua. La información que da es referida a todo lo que esté en el agua, bajo el agua o la costa vista desde el agua y para quienes están en ella. Profundidad, canales de navegación, boyas, barcos hundidos, puertos, faros y todo lo relevante a quien se mueva en una embarcación. Sin embargo, hay poca información costera y tierra adentro. La navegación en kayak es navegación costera por lo que muchas veces nos falta información útil sobre zonas de desembarco, campamentos, caminos o rutas de evacuación por tierra.
Las cartas náuticas también dan información básica sobre las mareas y en algunos casos, sobre las corrientes. 



Cartas Topográficas
El kayakismo de travesía ocurre a “escala humana”, es decir, los trayectos a recorrer son similares a los que podríamos cubrir a pie, en bici o a caballo (tracción a sangre). Las cartas topográficas de escalas de 1:100.000 a 1:25.000 contienen información completa del terreno y por lo tanto son muy adecuadas para nuestra actividad. Sin embargo, por contra tienen que no incluyen información de lo que está “en” el agua, y conocer la profundidad o las mareas es importante para poder predecir corrientes, olas, u otras características.

Imágenes Satelitales y Google Earth
Hoy es muy fácil obtener información espacial de los sitios que vamos a navegar. Podemos estar ahí sin movernos de casa y realizar una pormenorizada planificación utilizando la web. Tiempos de navegación, localización de campamentos, rutas de evacuación, planes B y C e imprimir todo eso a distintas escalas y tenerlo a mano durante el viaje e ir ajustándolo a medida que la realidad nos va regulando el paso. El Google Earth nos permite volcar puntos georreferenciados en los mapas y calcular distancias que podremos ir verificando en el campo a medida que avanzamos. Es información complementaria a las cartas, no las reemplaza.

Imagen Google Earth. Pueden añadirse puntos y una escala. La línea representa 1km.


Entonces, ¿Que usar en la expedición?
Todo lo que sea útil para nuestro viaje!!

Un poco de Cartografía: Entendiendo los mapas
La cartografía es la rama de las ciencias geográficas que se dedica a expresar gráficamente el conocimiento que se tiene de la superficie de la Tierra en sus más diversos aspectos. Como lo hace…?

Elipsoides, Sistemas de Referencia,  Sistemas de Proyección y Sistemas de Coordenadas
Intentaremos, de manera muy breve y simple explicar estos conceptos.

Un mapa no es la superficie terrestre llevada al plano, sino que es la proyección en 2 dimensiones de una función matemática que se le parece lo más posible.
La Tierra tiene una forma redonda semejante a una esfera, pero con montañas sobre el nivel del mar y depresiones submarinas por debajo, con sus irregularidades y rugosidades. Es por estas irregularidades que es imposible una representación matemática de la Tierra.
Lo que si puede representarse es un elipsoide, que sería el sólido generado por la rotación de una elipse sobre su eje. Es decir, algo “parecido” a la Tierra, con porciones que le son tangentes.

Entonces, cada país tiene su propio sistema de referencia y elipsoide de referencia que se adopta como sistema geodésico para definir las coordenadas de los puntos de la Tierra. En Argentina los sistemas de referencia son Campo Inchauspe 69 con elipsoide de referencia Hayford 1924 y, el sistema de referencia Posgar 94 con elipsoide de referencia WGS84 (este es el elipsoide de referencia más comúnmente utilizado en el mundo).

Es el elipsoide el que se proyecta de una superficie curva a un plano, con las consecuentes deformaciones (Argentina utiliza para sus cartas topográficas, el sistema de proyección Mercator Transversa por fajas o de “Gauss Krugger” para trasladar su elipsoide al plano). Dado que existe deformación al proyectar la superficie curva al plano, la medición de distancias se verá afectada por la escala de la carta y por la distancia al meridiano de tangencia. Si las distancias a medir son pocas o la distancia a la tangente es poca, entonces el error por la deformación, es menor.


Además, en cada carta encontraremos sistemas de coordenadas, útiles para georreferenciar un punto. Estas coordenadas pueden ser planas (cartesianas, son decimales) o angulares (geodésicas, son sexagesimales), estando relacionadas al elipsoide de referencia.

Coordenadas planas: X de latitud o vertical en la carta, referidas en las cartas del IGM a la distancia en km al polo sur del elipsoide, e Y de Longitud u horizontal en la carta, distancia al meridiano de referencia. En las cartas de IGM, son una grilla ortogonal recta (a 90º). A este sistema de coordenadas también se lo llama de “Gauss-Krugger”. No confundir con el método de proyección.

Coordenadas angulares: Son las llamadas “geodésicas” y se expresan en grados de arco, la latitud o arco medido desde el Ecuador hasta el paralelo local, y la longitud o arco medido desde el meridiano de Greenwich hasta el meridiano local, determinado en el elipsoide de referencia (en las cartas Campo Inchauspe 69 del IGN son las líneas que enmarcan la carta en la parte superior, inferior y a los laterales). Hay cartas con grillado de coordenadas geodésicas. Estas pueden no ser ortogonales.

¿Cual es la importancia de esto?
Dado que los sistemas no son idénticos, un mismo punto puede tener distintas coordenadas. Debemos saber cuando ubicamos un punto en un mapa, de que manera lo estamos referenciando y bajo que sistema. La información estará anotada en el mapa en la información marginal. Normalmente, cuando trabajamos con GPS, utilizamos el elipsoide WGS84 y la cartografía argentina es casi toda Campo Inchauspe, que usa el elipsoide Internacional o Hayford de 1924. Entre uno y otro sistema, puede haber 100 m o más de diferencia para las mismas coordenadas geodésicas. Entonces, si por ejemplo durante nuestra planificación marcamos un campamento y lo introducimos en el GPS para navegar hacia el y lo hacemos en base a una carta del IGN, el GPS debiéramos cambiarlo al sistema Campo Inchauspe para trabajar en el mismo sistema o saber, que habrá una diferencia entre a donde vamos y donde nos dice el aparato que vayamos (lo mismo si marcamos un paso, si transmitimos por radio las coordenadas para un rescate e innumerables ejemplos).



Orientación
Como hemos dicho anteriormente, la orientación es “encontrar el oriente” y a partir de allí, los otros puntos cardinales. Esta técnica, se ocupa de responder a la pregunta de ¿hacia dónde?

Todo queda definido por ángulos y direcciones…
Tipos de direcciones
Dependiendo donde estemos midiendo el ángulo de una dirección (que sea una línea en la carta o en el terreno), esta puede ser:

Azimut Geográfico: es el ángulo que una línea de dirección forma con el Norte Geográfico (del elipsoide).

Dirección Cartográfica o Azimut Plano: es el ángulo medido entre la dirección Norte de la carta y la línea que en la carta se dirige hacia el objetivo.


Dirección Magnética o Rumbo: es el ángulo medido con la brújula entre la dirección del Norte Magnético y la dirección del objetivo.

Entonces, estos tres ángulos son distintos y para una dirección dada en el terreno (rumbo) le corresponderán otros ángulos en la carta (azimut plano o geográfico) para el mismo objetivo, con lo que habrá que sumar o restar la declinación o desviación magnética al hacer las conversiones (básicamente porque el “cero” es distinto y para que coincidan uno y otro, hay que sumar o restar esa diferencia que hace que los números sean distintos).

Entonces existen…



Tres Líneas Norte
Dentro de la información marginal de cada carta, en lo que se denomina el diagrama de declinación, se detallan tres líneas norte, el Norte Geográfico, que coincide con el polo norte del elipsoide de referencia –en general, los bordes de la carta son meridianos del elipsoide-; el Norte de Cuadrícula, el cual queda determinado por las líneas verticales (eje de coordenadas X) de la cuadrícula impresa en la carta (Norte de Lambert) y el Norte Magnético, que se determina mediante el empleo de una brújula cuya aguja se alinea con las líneas del campo magnético terrestre. Si la cuadrícula es geodésica, solo figuran el Norte Geográfico y el Norte Magnético.

Por lo tanto, quedan así definidos también dos ángulos importantes:
Declinación Magnética: es el ángulo formado por la recta que marca el Norte Geográfico (del elipsoide) con la recta del Norte Magnético. Si el grillado es geodésico, solo se representa este ángulo en la carta.
Desviación Magnética: Es el que forman la recta que marca el Norte de Cuadrícula con la del Norte Magnético. 

(La Convergencia de Meridianos, que es el ángulo entre Norte de Cuadrícula y el Norte Geográfico, es de poca utilidad para nosotros).


Para que el ángulo rumbo y un ángulo azimut midan “lo mismo” debemos sumar o restar…, Si la declinación (o desviación, ahora generalizaremos como “declinación” y “azimut”) es Oeste, a la brújula se le resta la declinación cuando lo pasamos a la carta. Por ejemplo, el rumbo medido en el terreno es de 182º con una declinación oeste de 8º, si lo queremos pasar a la carta este azimut es de 182-8=174. Esa es la línea que consideraremos en la carta. Y al revés, si en nuestra planificación antes de zarpar diagramamos los rumbos a seguir utilizando la carta (es decir, tomamos los azimut que convertiremos en rumbos, los anotamos y los tenemos a mano para ir chequeando), en el caso de la declinación Oeste, al pasar de la carta a la brújula, le sumamos la declinación al azimut para obtener el rumbo (en nuestro caso si nuestro azimut en la carta fue de 165º entre el puerto y el promontorio, en la brújula será 165+8=173 el rumbo a seguir desde el puerto al promontorio).
Si la declinación es Este, lo que antes sumaba, se resta.
Cómo hago para acordarme?
La O de declinación oeste es la también el circulo que representa brújula, y el palito que cruza la O de oeste, es la resta.


Para saber cual es la declinación o desviación del sitio por donde nos vamos a mover, es conveniente conocerla antes de salir. Esa información está disponible en la web o en los GPS. La información que está en la carta (la variación anual de la desviación) en general está tomada en base a datos de más de 50 años y no es precisa. Esa información es útil para unos 3 años aproximadamente y el cálculo de la declinación es importante cuando la diferencia es mayor a dos grados (error de lectura de una brújula convencional). 

La Brújula y el compás
Una brújula es una aguja imantada que se alinea con el campo magnético terrestre, indicando la dirección del Norte Magnético.
Para el terreno, las más recomendadas son las que tienen un sistema de puntería con fácil lectura del limbo. Las de espejo o aquellas con un sistema óptico de puntería son las más útiles en el campo. Una vez tomados los rumbos, se vuelcan los datos al mapa utilizando un transportador.
Para trabajar en las cartas, se utilizan las de cuerpo transparente, pero son poco útiles en el terreno si no se dispone de otro elemento de medición.


Para seguir un rumbo en la embarcación podemos usar un “compás” de navegación, donde el limbo (o la “rosa”) generalmente flota en líquido (agua y alcohol) marcando el ángulo de dirección. Se lleva en la cubierta del kayak para facilitar la lectura.

Compás en cubierta, con la carta.

También puede usarse una brújula de espejo, pero al mojarse se dificulta la lectura de la aguja.

Antes de utilizar la brújula o el compás, debemos cerciorarnos que no hay ningún objeto que interfiera o modifique la lectura. Normalmente, en un kayak no llevamos nada de metal, pero si baterías (las pilas de la cámara fotográfica!!).

Marcando un rumbo
a) Hallar el rumbo sobre una dirección dada en el terreno:
Para medir el ángulo (rumbo) de un objeto en el terreno, debemos ubicar la brújula delante de nosotros apuntando con el sistema de puntería hacia el objetivo (supongamos un puente). Luego, sin dejar de apuntar, debe girarse el limbo de tal manera que la  aguja coincida con el N del limbo (o flecha Norte). El punto indicador fijado en la caja de la brújula, que coincide con los elementos de puntería, nos indicará el rumbo en el que se halla el puente. Si la brújula tiene espejo, nos permite una lectura más cómoda sin dejar de apuntar al objetivo.

b) Hallar el rumbo en grados sobre una dirección dada en el terreno:
Es inverso a lo anterior. En primer lugar se gira el limbo de la brújula hasta obtener el ángulo deseado en le punto indicador (supongamos 36º). Girando con la brújula, se hace coincidir la aguja con la N del limbo. Los elementos de puntería indicarán el rumbo deseado.

c) De la Carta al terreno:
Se traza una línea recta en la carta desde el punto de partida hasta el objetivo deseado. Se coloca el transportador sobre la intersección de esta línea o su prolongación y un meridiano (línea cartográfica Norte-Sur). Se gira el transportador hasta que el cero coincida con la dirección Norte del meridiano. Se mide el ángulo entre el meridiano y la línea trazada originalmente. Luego se corrige la dirección sumando o restando la declinación magnética local, obteniéndose el rumbo. A partir de allí continua el caso anterior.

Siguiendo un rumbo. Puntos de referencia


Con una brújula o el compás se puede seguir una línea razonablemente recta hacia el objetivo, que puede o no estar, a la vista. Para evitar avanzar mirando constantemente la brújula (o porque se moja el compás y no puedo leer los números o porque hay olas o viento y no la puedo sacar si la guardé), deben tomarse puntos de referencia en la primera lectura y avanzar hacia ellos. Dado que a medida que avanzamos la perspectiva cambia, lo mejor es tomar varios puntos de referencia cercanos (un promontorio, una punta, un árbol, la dirección del viento en ese momento, la dirección de las olas) y otros de referencia lejana (la cima de una montaña, la posición del sol, una estrella). Cuando llegamos a estos puntos intermedios, deberíamos chequear el rumbo y continuamos avanzando hacia destino. Este método tiene la ventaja que no debemos necesariamente remar en línea recta sino que sólo debemos llegar hasta el punto medido.

Buscar una referencia cercana (dirección de las olas, viento)  y una lejana.

Referencia trasera: si no hay ningún punto de referencia hacia delante, podemos probar detrás nuestro y encontrar uno a nuestras espaldas.


Posición
Posición es lo que nos permite determinar nuestra situación relativa en el terreno y la de otros objetos. Puede hacerse a simple vista, si los elementos del paisaje lo permiten; utilizando solamente el mapa si es posible reconocer puntos en el terreno trasladables a la carta o una ubicación puntual utilizando mapa y brújula (triangulación) o el GPS.

Tipos de Posición
Área: Consiste en saber en que zona de la carta nos encontramos (“estamos por acá…”). Puede ocurrir en paisajes muy monótonos o con pocas referencias como en la bajada de un río o en un cruce de aguas abiertas donde estimamos nuestra posición por rumbo, deriva, velocidad y tiempo de navegación.


Línea: Consiste en saber en qué línea estamos. Puede ser un río, un canal de navegación, una línea de costa, una ruta o una línea recta imaginaria que nos une con otro punto (un rumbo).

Punto: Consiste en conocer sobre la carta nuestra posición. En la imagen anterior, al llegar al puente sabremos exactamente donde estamos y es donde se crucen las líneas del río y el puente.

Triangulación (Posición con mapa y brújula)
1.     Orientar la carta (esto es, con su parte superior dirigida al Norte).
2.     Seleccionar en la carta dos puntos que sean identificables en el terreno (conviene que el ángulo formado entre la nuestra posición y la de los puntos de referencia sea lo más cercano posible a 90º o mayores. Esto mejora la precisión del método).
3.     Tomar los rumbos de esos puntos con la brújula
4.     Calcular contra rumbos (180 + rumbo) y convertirlos a contra azimut con la declinación magnética.
5.     Aplicar con un transportador dichos contra-azimutes sobre la carta.
6.     En la intersección de ambas líneas se encuentra nuestra posición.
7.     Es conveniente verificar la posición con un tercer punto.

Conclusiones


Esto es solo una parte de los conocimientos necesarios si queremos lanzarnos a una expedición o una travesía de varios días. Falta aún lo más importante que es la navegación, que es el “por donde” vamos a ir de un sitio a otro y esto afectado por las variables siempre cambiantes de nuestra actividad (corrientes, olas, viento, marea). Hay mucho más sobre cartografía, orientación y posicionamiento a considerar, pero esto es solo un pantallazo para que, aquellos que se están iniciando, tengan en cuenta algunas de las cosas a dominar que hace tan interesante el kayakismo de travesía.

Mucha suerte y buena remada!

Santiago



2 comentarios:

  1. Hola, muy buenos los datos de orientació, los agradezco mucho. Al respecto quisiera consultar sobre que es mejor tener. Una brujula de mano que pueda guardar en el bolsillo (algo asi como una sunto o brunton) o basta con un compass de cubierta?? o ambas???. El fin de semana pasado me econtré con un banco de niebla...uff, y definitivamente debo comprar una brujula.¿Que me recomiendan?
    Saludos, y de antemano muchas gracias.

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  2. Hola gracias por tus comentarios.
    Para navegar en el kayak, ambas tienen la misma función, que es "ubicarte en el espacio" y decirte para donde están los puntos...que hayas previsto ANTES de la niebla. O por lo menos, hacia donde está el oeste y puedas regresar a la costa del pacífico. Para eso, cualquiera de las dos te sirve. Una en el bolsillo, la otra en cubierta. Sin embargo, la brújula te sirve a demás para trabajar con las cartas de navegación o navegar en tierra, casi no ocupa espacio y es mucho más económica que un compás.
    El compás de cubierta no sirve para eso, solo marca el rumbo (en las cartas podrìas trabajar con un transportador sin necesidad de brújula)... es más un complemento pero si es muy común que eso ocurra, lo de las nieblas, y haces muchos cruces en aguas abiertas, el compás es más comodo para seguir los rumbos mientras navegas. Si la niebla qeuda mucho rato en el mar, también es más comodo el compás, poruqe puedes seguir remando en rumbo. Con la brújula, debarías parar o colocarla abierta sobre cubierta pero la lectura es más incómoda.
    Mi consejo, empieza con la brújula, aprende a usarla con las cartas y en el paisaje y luego, cuando tengas más dinero, el compás.
    Saludos

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